Constantemente nos enteramos de toda clase de incidentes menores y sin consecuencias importantes y algunos otros que han sido verdaderas tragedias en la industria aérea mundial, lo que sigue llamando la atención de la comunidad aeronáutica de todo el planeta.
Todos sabemos que es justamente el factor humano la principal causa probada de incidentes y accidentes aéreos en tierra y en vuelo.
Los primeros estudios serios sobre la intervención humana como factor importante en los eventos se iniciaron a partir del terrible accidente aéreo de los Rodeos, Tenerife Norte, el 27 de Marzo de 1977 cuando dos aeronaves B 747 colisionaron en tierra debido a una combinación de niebla muy densa, congestionamiento de tráfico en el aeropuerto debido a un aviso de bomba en Gran Canaria y una falla en las comunicaciones de radio entre controlador y pilotos de las dos aeronaves.
Tres años después de este evento otro accidente mortal ocurrió en las mediaciones del mismo aeropuerto involucrando un avión B 727 de la aerolínea británica Dan Air .
Este avión se estrelló en el cerro La Esperanza, en la parte montañosa de Tenerife durante su aproximación en condiciones de niebla densa matando a sus 140 pasajeros.
De acuerdo al resultado de la investigación oficial el accidente fue provocado por un error en las instrucciones de navegación por parte del controlador y la falta de conocimiento sobre el terreno por parte de los pilotos.
En ninguna de estas dos tragedias así como en el 85% de los incidentes y accidentes posteriores durante los últimos casi 50 años ha tenido que ver una falla mecánica o en los sistemas y motores de las aeronaves.
Hoy más que nunca volar es la manera más segura de transportarse en todo el mundo y casi 10 millones de pasajeros lo hacen cada año gracias a la más alta tecnología en aviones y sistemas motores que hoy dispone la industria.
El pasado 12 de junio de este año un avión B 787 Dreamliner de Air India sufrió un accidente en el aeropuerto de Ahmedabad que provocó la muerte a 241 pasajeros a bordo y a 19 personas en tierra.
La Autoridad aeronáutica de la India (AAIB) ha publicado el informe preliminar de su investigación el cual apunta, con base a la grabadora de voz de la aeronave, que los interruptores de control de combustible fueron cortados segundos después del despegue provocando el paro de ambos motores.
Vale la pena comentar que para operar esos controles en ambas posiciones (puesto y cortado) es necesario sobrepasar un seguro mecánico por lo que no existe posibilidad de que los pilotos los hayan llevado a cortar de manera inadvertida. De acuerdo a este dictamen preliminar esos controles de combustible fueron llevados a la posición de cortado de manera voluntaria.
A reserva de más comentarios, una vez que sepamos el dictamen final me parece que en este caso caben dos preguntas principales.
¿Cuál de los dos pilotos cortó los controles de combustible y por qué lo hizo? Hasta hoy no se ha encontrado ninguna falla en los sistemas y motores del avión por lo que, otra vez, podría ser el factor humano la causa de este nuevo accidente.
Es justamente ahí donde deben centrarse los mayores esfuerzos de investigación presentes y futuros, así como la mejora y vigilancia estricta de todos los procesos para evitar que sea el factor humano el causante directo del más alto porcentaje de incidentes y accidentes aéreos en todo el mundo.
Este nuevo accidente debe ser otro llamado de atención a todos los involucrados en una operación aérea en cualquier parte del planeta.
Somos nosotros los humanos quienes cometemos los errores y somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad de poner toda nuestra inteligencia y preparación para, en lo posible, reducirlos al máximo o evitarlos.
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