La aviación sigue notando los efectos de la pandemia, sin embargo, la aviación corporativa continúa en su escalada hacia la recuperación. El año 2021 concluye con una caída en las operaciones ejecutivas de un 19%, tres puntos menos que el año 2020 en lo que se refiere a Europa.
El aumento de las operaciones de los jets privados no se ha dado de forma uniforme. Alemania o el Reino Unido han vuelto a liderar los servicios de aviación ejecutiva, con un descenso del 10% frente a países como España o Italia dónde la caída ha sido mayor.
La aviación comercial, por el contrario, ha sufrido un descenso del 64% en sus operaciones frente al 77% del año pandémico por excelencia, el año 2020. Aunque las cifras en operaciones de rutas comerciales van creciendo tímidamente, todavía están lejos de estrechar márgenes con la aviación ejecutiva.
Si bien el año 2021 representa el principio de la recuperación, no se ha dado de forma homogénea. El verano y las navidades han sido las épocas dónde el incremento ha sido sustancialmente mayor, a pesar de la variante ómicron. Variante que ha azotado especialmente el final del año. Las restricciones en el tráfico aéreo han sido la espada de Damocles, sobre todo para la aviación comercial. Sin embargo, la aviación corporativa ha sabido capear el temporal de la crisis saliendo reforzada.
De hecho, en España, el tráfico aéreo tanto en la península como en las Islas Baleares y Canarias ha experimentado un incremento del 30% respecto al año anterior. Un dato que invita a la esperanza de la recuperación que se prevé para este año 2022.
Estamos comenzando el año 2022 y no sabemos cómo se comportará el sector aéreo. Los cambios sanitarios y sociales generan incógnitas en un marco lleno de incertidumbres. Es un hecho que la pandemia sigue conviviendo con nosotros, pero también en un hecho que la recuperación aérea va por el buen camino.
