A poco más de tres meses de su inauguración, el aeropuerto Felipe Ángeles de Santa Lucía, y todo lo que puede haber alrededor de su pasado como proyecto, de su presente y de su futuro, está en la mente de todos y sigue siendo un tema diario en medios de comunicación, aunque hay quienes ya podemos hablar hasta de cierto grado de aburrimiento señalando los pros y contras de este casi listo aeropuerto internacional.
Cada día aumentan las voces de todas las tendencias sociales y políticas que se refieren a este aeropuerto que va a ser civil-militar-internacional- y autosuficiente, pero aparentemente parece que no muy pronto.
Los mismos militares encargados del proyecto han dicho que será dentro de treinta años cuando este aeropuerto pueda alcanzar su máximo potencial, pero algunas aerolíneas ya han dicho que están listos para operar a partir de 21 de marzo del año entrante.
Temas aparte y complicados son la administración y control del espacio aéreo entre tres aeropuertos (AIFA, AICM y Toluca) como se pretende, que está causando críticas entre los expertos y por otra parte, no hay que olvidar los planes para construir una red de comunicación y transporte terrestre para comunicarlos.
También el hecho de que se haya resguardado por parte del gobierno la información importante sobre el aeropuerto Felipe Ángeles es otro punto que ha causado muchos desacuerdos, en cualquier otro país del mundo está información debe ser mantenida amplia y pública.
Expertos mexicanos de todas las áreas se han manifestado sobre estos y otros muchos aspectos referentes a este proyecto militar-civil e incluso hay declaraciones de instituciones internacionales que también han dejado claros sus puntos de vista.
Nadie se ha referido a fondo de la manera en que los militares, los procedimientos especiales de operación de una base aérea estratégica y por otro lado, las necesidades de sus familias cercanas a la base van a correlacionarse con un Aeropuerto al mismo tiempo civil internacional.
Como sea, se debe aceptar que ya no hay vuelta atrás a lo que se ha hecho en Santa Lucía y solo el tiempo va a hacer ver a todos la realidad y sus verdaderas posibilidades.
Lo que también es un hecho es que el aeropuerto Felipe Ángeles nunca llegará al nivel planeado en el ambicioso proyecto Texcoco y los más de cinco lustros de estudios que lo respaldaban porque este aeropuerto frustrado que ya estaba muy avanzado cuando fue suspendido hoy ya estaría operando como un hub internacional con todos los beneficios económicos y sociales que ello representa.
Para terminar quiero hacer una reflexión y una pregunta que ninguno de mis conocidos expertos en el tema me han podido contestar aunque parece muy simple.
El aeropuerto Felipe Ángeles deberá ser aprobado por instituciones internacionales y oficialmente certificado para operar como aeropuerto internacional híbrido por parte de nuestras autoridades de AFAC, pero debemos recordar que la Agencia Federal se encuentra degradada a la categoría 2 justamente por no cumplir con los estándares internacionales de seguridad.
¿Bajo qué principio legal puede AFAC certificar el aeropuerto cuando la propia Agencia Federal de Aviación encargada de la certificación no cumple con los requisitos necesarios para hacerlo debido a su degradación?
¿Qué aerolíneas pueden aceptar el inicio de sus operaciones en el caso de que el aeropuerto no cumpliera para el momento de su inauguración con la certificación oficial obligada por leyes y reglamentos?
Será a partir del 21 de marzo del 2022 y en los meses y años posteriores cuando estaremos en condiciones de conocer lo que aguarda al Felipe Ángeles como el aeropuerto principal de una de las capitales más grandes del mundo.
