El 28 de agosto se cumplieron 5 años del último vuelo operado por Mexicana de Aviación, el vuelo 886 con destino a Toronto dejó atrás 89 años de trayectoria. Se dice que los integrantes de la tripulación al momento de prepararse para el despegue dijeron “hasta luego” (video) al personal de tierra que se encontraba junto a la aeronave, así nació la esperanza y las ganas de que no se tratara más que de un episodio por superar.
Era el año 1921 cuando Mexicana sobrevoló por primera vez los cielos nacionales con un biplano Lincoln Standard de hélice con capacidad para 4 pasajeros, con el pasar de los años, terminó por convertirse en una de las aerolíneas más importantes de América Latina y la tercera más antigua de la región. Durante los 89 años de vida de Mexicana de Aviación ocurrieron cientas de dulces historias, donde no fueron pocos los personajes que volaron en la aerolínea, como Marilyn Monroe que fue inmortalizada en la portada de la Revista Vuelo posando en la entrada de un DC3 de la compañía.
La industria aérea comercial ha sufrido constantes cambios que muchas veces han terminado afectando a los pasajeros, pero Mexicana lograba mantener un aura curiosa que hacía que sus vuelos siempre fueran algo especial. La calidad de la atención se podía sentir y esto se debía a que el personal de la empresa se sentía parte de una gran familia y disfrutaban de lo que muchos siempre afirmaban era “el mejor trabajo del mundo”, lo anterior se puede confirmar en muchos videos que han subido ex empleados a YouTube.
Los servicios que presta una línea aérea son más bien una experiencia, y en Mexicana se podía sentir algo especial. Para quienes viajaban regularmente era un buen servicio y para todos los pasajeros que viajaron por primera vez, seguramente conservarán un hermoso recuerdo que compartirán con sus próximas generaciones.
La nostalgia invade al encontrar aviones a escala coleccionables vestidos de Mexicana que aún se pueden encontrar en tiendas especializadas alrededor del mundo o sitios como el “Museo de Mexicana de Aviación”.
Seguramente, todas las personas que conservan algún elemento con el símbolo de Mexicana ya lo tienen como tesoro, porque es un ícono de la aeronáutica mexicana, y si bien, quizá no la volvamos a ver en los cielos, seguirá por mucho tiempo en nuestros recuerdos porque, sin duda alguna, se ganó un lugar único en la historia de México.
Esta columna es un sincero homenaje a los hombres y mujeres que dieron vida a una línea aérea como no habrá otra igual. Y queda la esperanza de que nunca más se repita un caso similar.
