La Comisión Europea dio a conocer un nuevo plan estratégico para el sector aéreo del continente, con el cual busca aumentar la conectividad aérea en los países que conforman esta asociación económica y política a través de directrices de eficiencia y competitividad.
Mediante un comunicado, el órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE) detalló que el documento, titulado “Aviación Abierta y Conectada”, comprende cuatro iniciativas primarias:
- Una propuesta de regulación que “salvaguarde” la competitividad del transporte aéreo.
- Lineamientos sobre la propiedad y control de las aerolíneas de la UE.
- Lineamientos para las obligaciones de los servidores públicos.
- Mejores prácticas para mitigar el impacto de las huelgas de controladores aéreos.
Ejes rectores
Uno de los retos que busca solucionar la UE con este plan es lograr que sus 27 miembros alcancen el mismo grado de conectividad aérea. Por ello, se propone impulsar la capacidad y las frecuencias de vuelos, así como establecer un marco regulatorio claro y transparente para que las autoridades ayuden a cerrar las brechas.
Asimismo, la estrategia buscará establecer mecanismos que permitan a las aerolíneas europeas competir en el mismo nivel y estar protegidos ante posibles prácticas monopólicas en algunos mercados.
De igual forma, se plantearon esquemas de inversión que darían la oportunidad a entes extranjeros de poder aumentar sus participación financiera en aerolíneas comunitarias.
Finalmente, la propuesta prevé mejorar la cooperacion y comunicación entre la industria y los provedores de servicios de control de tráfico aéreo, para evitar que las disputas laborales provoquen interrupciones de servicios.
Por ello, la Comisión pide que los sindicatos notifiquen antes de un paro y que se mantenga la operación de vuelos en horas pico.
Optimismo e incertidumbre
Maroš Šefčovič, vicepresidente de la iniciativa “Energy Union”, dijo que la Comisión ha trabajado arduamente para implementar esta visión en conjunto con todos los participantes del sector.
Añadió que la nueva propuesta (que tiene como antecedente una versión de 2015), “busca mantener el liderazgo europeo en la aviación internacional, con conexiones a mercados de rápido crecimiento, a través de los cielos europeos.
“Nuestras acciones deben de conllevar a beneficios concretos para los pasajeros, los trabajadores y para la industria aérea”, enfatizó.
Pese al optimismo de la Comisión, aún hay incertidumbre sobre el futuro de la aviación europea debido a la salida del Reino Unido de la UE, que requerirá la reestructuración de un acuerdo bilateral aéreo.
Analistas han señalado que esta división geopolítica tendrá fuertes repercusiones en la operación de aerolíneas, tanto europeas como británicas, en términos financieros y de regulación.
Se estima que el sector aéreo europeo contribuye con el 26 por ciento del tráfico aéreo internacional, realiza un promedio de 7 millones de vuelos por año y respalda cerca de 9.3 millones de puestos de trabajo.
