Imagina un cielo que nunca duerme, donde el zumbido sutil de un motor puede ser el preludio de un ataque inminente. No estamos hablando de ciencia ficción, sino de una realidad en la que Ucrania ha convertido cada sonido en un dato y cada dato en una defensa contra los drones kamikaze.

Hace apenas unos días nos enteramos de que un plafón del techo del aeropuerto AIFA de Santa Lucía sobre el área de recibimiento a pasajeros, se desprendió y cayó al suelo. Afortunadamente no había personas en el área y no hubo ningún lesionado.

Como de rayo, personal militar de limpieza se dio a la tarea de recoger los escombros pero no pudo evitar que alguien grabara un video del momento.