Adelantando dolorosas partidas
Hay columnas que cuesta trabajo escribir, ésta es una de ellas, y no porque el tema resulte tan complejo que requiera un serio ejercicio académico para desarrollarlo, sino porque duele escribirlas.
Me queda claro que nada, ni nadie es para siempre y que las crisis, llámense guerras, cataclismos o en este caso pandemias, cobran muchas cosas, comenzando vidas, suponiendo por ende el adelanto de algunas tristes despedidas.