La pandemia del covid-19 aceleró los procesos de automatización en aeropuertos y aerolíneas, ante la necesidad de reducir el contacto físico en los procesos, con el objetivo de proteger a pasajeros y personal, así como mejorar la experiencia del cliente e impulsar la eficiencia.
De acuerdo con SITA, la caída severa de la demanda en 2020 forzó a la industria aérea a enfocarse en nuevas eficiencias en los costos.
“Además de la presión, las aerolíneas y los aeropuertos tuvieron que incorporar nuevas medidas sanitarias rápidamente, como el procesamiento sin contacto de pasajeros y la gestión de la información sanitaria y los nuevos protocolos, incluyendo pruebas PCR en muchos destinos”, señaló David Lavorel, CEO de SITA Aeropuertos y Fronteras.
Para resolver estos desafíos, la industria aeronáutica recurrió a la tecnología y, en muchos casos, cambió las prioridades de inversión en 2020.
Por ejemplo, tres veces más aeropuertos y aerolíneas están interesados en invertir en tecnología biométrica e implementar puertas de embarque automáticas con identificación personal para el año 2023, con relación a los niveles previos a la crisis.
De igual forma, las aerolíneas han favorecido el proceso de check-in sin contacto físico, así como en el autoservicio de entrega de equipaje.
En el futuro, todos los servicios esenciales de atención al cliente serán sin contacto físico: desde la reserva hasta el arribo, incluyendo el acceso automatizado a las salas VIP y el reporte de equipaje demorado desde dispositivos móviles, señaló SITA.
Finalmente, las aplicaciones móviles con servicios para los pasajeros son una prioridad para el 97% de las aerolíneas.
Los pronósticos para el año 2023 “muestran que la mayoría de las aerolíneas planean enviar notificaciones en tiempo real a los pasajeros directamente a sus dispositivos móviles sobre el estatus de sus maletas, y también planean proporcionar al personal información de seguimiento de equipaje en tiempo real”, finalizó la consultora.
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