La empresa Harbour Air iniciará una serie de pruebas en un DHC-2 Beaver totalmente eléctrico, con el objetivo de operar vuelos libres de huella de carbono a partir de 2022.
El objetivo de la compañía canadiense es contar con una flota totalmente eléctrica que sea ecosustentable. Para hacerlo, Harbour Air se alió con el constructor estadounidense magniX, el cual diseñó una nueva batería que “proveerá la oportunidad perfecta para comenzar a electrificar la flota de 42 hidroaviones”.
"Riding into an all-electric future on the wings of an iconic Canadian airplane? Nothing would be more fitting." @smartprosperity
We're becoming an environmental leader in the aviation industry! One ePlane at a time. https://t.co/adXbSsOMeR #NewThinking #ePlane #aviation pic.twitter.com/GeJvz1hedc
— Harbour Air Seaplanes (@HarbourAirLtd) September 16, 2019
Estas baterías son perfectas para vuelos cortos de hasta 30 minutos con aeronaves de un solo motor, de acuerdo con la compañía.
“La tecnología eléctrica para la aviación aún no está tan desarrollada como sus contrapartes del transporte terrestre. Debido al peso de las baterías, los vuelos de largo alcance aún se ven como un plan a largo plazo” señaló la iniciativa Smart Prosperity.
Sin embargo, actualmente hay varias empresas y gobiernos buscando soluciones, En Noruega, por ejemplo, el operador estatal de los aeropuertos, Avinor, aspira a que todos los vuelos domésticos sean operados con aeronaves eléctricas para 2040.
Sin embargo, actualmente el mayor obstáculo que enfrenta Harbour Air, es obtener la aprobación regulatoria por parte de autoridades como Transport Canada y la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos para operar vuelos a Seattle.
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