Al margen de las ideologías, los discursos y todo el tejemaneje en torno a los aeropuertos estatales “Felipe Angeles” (NLU), inaugurado en marzo de 2022, y “Felipe Carrillo Puerto” (TQO) hace apenas unos días, resultan contrastantes los inicios de ambos, como lo evidencian algunas métricas de oferta así como la composición de las aerolíneas participantes. Pero vayamos por partes.
De acuerdo a cifras de ASUR, la demanda anual en Cancún (CUN) sigue creciendo a tasas cercanas a dos dígitos y rebasará los 31 millones de pasajeros en 2023. Alrededor del 40% de los viajeros en dicho aeropuerto se originan en Estados Unidos y son transportados prácticamente en su totalidad por aerolíneas de dicho país. CUN es un aeropuerto congestionado, lo que dificulta asegurar slots en días y horarios pico, particularmente en temporadas altas. Así mismo, estadísticas de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo muestran que tan solo el área de Tulum recibe a más de un millón y medio de turistas anualmente, con un alto componente de visitantes originarios de Estados Unidos.
Dentro de este contexto TQO se perfila naturalmente como un aeropuerto complementario y de captación de derrama de CUN, con un alto perfil de rutas internacionales que incentivarán la llegada de más visitantes y divisas, así como la generación de más fuentes de trabajo. En su primera etapa de desarrollo permitirá a las aerolíneas programar itinerarios sin restricciones en los días y horarios más atractivos, premiando así a los operadores pioneros con ventajas competitivas considerables, y ofreciendo como valor agregado a los pasajeros interesados la colindancia con una estación del Tren Maya.
Datos actuales de oferta en TQO del segundo trimestre de 2024 muestran 2,788 vuelos programados con 484 mil asientos totales de siete aerolíneas, tres mexicanas y cuatro de Estados Unidos, en quince rutas (fuente OAG). Cifras alentadoras que bien podrían aumentar en las semanas por venir debido a la fuerza de atracción de la Riviera Maya, principal polo turístico del país. En NLU, como punto de comparación, durante el segundo trimestre de 2022 se realizaron 1,062 vuelos con 167 mil asientos totales estimados, en siete rutas domésticas de tres aerolíneas mexicanas (fuentes AFAC y OAG). Es decir, su nivel de oferta fue casi tres veces inferior a la de TQO al comparar los períodos mencionados.
El metal de las tres aerolíneas estadounidenses que atienden el AICM (American, Delta y United, cuya participación combinada del mercado transfronterizo alcanzó 44% en el mes de octubre de acuerdo a cifras de AFAC) brilla por su ausencia en NLU, no obstante las restricciones crecientes que enfrentan para aumentar sus vuelos ante los recortes de slots. Todo lo contrario a TQO que brilla por la llegada de las rutas que lo enlazarán con aeropuertos de la talla de Atlanta, Charlotte, Chicago, Dallas/Fort Worth, Houston, Los Angeles, Miami y Newark a partir de finales de marzo. Un voto de abstención contra un voto de confianza.
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