La armadora europea Airbus recibió los primeros dos modelos del motor LEAP-1A, producido por la empresa CFM International, y que tienen por novedad que parte de ellos fue creada con una máquina de impresión en 3D.
El motor LEAP reduce hasta 15 por ciento el gasto de combustible, y esto es debido a los materiales con los que fue construido, entre los que se incluye una cerámica resistente al calor conocida como CMC, informó en su sitio web General Electric.
Debido a este ahorro de combustible, la empresa CFM –fruto de la colaboración entre GE Aviation de Estados Unidos y Snecma de Francia–ha recibido órdenes para construir más de 10 mil motores LEAP para 50 empresas distintas alrededor del mundo.
Airbus, sin embargo, fue la primera empresa en recibir este nuevo motor, que ya ha sido probado en distintos aviones de la armadora europea, como el A320 neo. Además, el LEAP en este momento está siendo probado para potenciar nuevas aeronaves como el Boeing 737 MAX y el jet para pasajeros, el COMAC C919.
Tras pasar las pruebas de rigor, el vicepresidente ejecutivo de CFM, Allen Paxson, observa que el siguiente desafío es llevar al nuevo motor a la aviación comercial, y opina que la introducción a este mundo será “una de las más sencillas que hemos tenido”.
La impresión 3D: set futurístico al estilo Stanley Kubrick
General Electric inauguró a inicios de abril su nueva instalación CATA (Center for Additive Technology Advancement) en la cual “todo parece como un set futurístico emanado de una película de Stanley Kubrick”, y en donde sus nuevas impresoras láser 3D crean desde cuchillas para motores de jet hasta válvulas de gas.
Este nuevo centro, localizado a las afueras de la ciudad de Pittsburgh, en Estados Unidos, tiene como objetivo fortalecer el uso de la impresión en 3D.
Acorde a Jennifer Cipolla, directora de CATA, las tecnologías aditivas (como la impresión en 3D) permiten construir algo sin producir desperdicios porque básicamente todo el material es utilizado de alguna manera. Además, “permite crear formas geométricas internas complejas que, con los anteriores métodos de fabricación serían costosísimas de lograr.
Cipolla sabe que aún hay mucho tramo por recorrer, y la mayoría de las máquinas aditivas aún no se encuentran en una fase que les permita producir, sin embargo, en CATA han roto esos límites con la presentación del LEAP-1A.
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