Todos sabemos que ya está en marcha el programa Artemis para volver a la Luna. Sin embargo, ¿te has preguntado por qué es tan importante? La respuesta es sencilla. Artemis es un programa que busca explorar la Luna con un enfoque diferente al del histórico programa Apolo, que llevó a 12 astronautas a pisar el suelo lunar entre 1969 y 1972. El objetivo de Artemis no es solo visitar la Luna, sino establecer una presencia sostenible en ella y en su órbita, aprovechando sus recursos y preparando el terreno para futuras misiones a Marte. Pero eso no es todo, en contraste como el programa Apolo, Artemis es un esfuerzo internacional. Y eso hace toda la diferencia.
Para lograr su objetivo, Artemis ha diseñado una serie de misiones que comenzaron en noviembre de 2022 con el lanzamiento exitoso de la Artemis I, una prueba no tripulada de la cápsula Orion y el cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial), los dos vehículos principales del programa. La cápsula Orion orbitó alrededor de la Luna durante unos días y luego regresó a la Tierra, demostrando su capacidad y seguridad.
Luego, una aventura increíble nos espera en noviembre de 2024, cuando cuatro astronautas, incluyendo una mujer, viajen alrededor de la Luna en la cápsula Orión. Será la misión Artemis II, la primera vez que humanos vuelen tan lejos desde el Apolo 17. Durante 10 días, pondrán a prueba la nave y sus sistemas, preparando el camino para futuros exploradores lunares.
Luego vendría lo que todos hemos soñado: la misión Artemis III, que tiene previsto enviar a dos astronautas al polo sur de la Luna en 2025. Sería la primera vez que alguien explora esa zona tan misteriosa y fascinante. Para lograrlo, tendríamos que usar un módulo de aterrizaje que se conectaría con la cápsula Orión en órbita lunar. Sería una aventura increíble pasar una semana en la Luna, haciendo diferentes actividades y experimentos. Además, veríamos a la primera mujer y al primer no estadounidense pisar la Luna.
Pero las misiones no terminan ahí. El programa Artemis prevé realizar, al menos, dos misiones lunares tripuladas por año a partir de 2026, utilizando una estación orbital llamada Gateway, que servirá como punto de encuentro y apoyo para las naves espaciales. La Gateway será construida con la colaboración de las agencias espaciales europea (ESA), japonesa (JAXA) y canadiense (CSA), que aportarán diferentes módulos y componentes.
Además, se prevé enviar varios vehículos robóticos a la superficie lunar para explorarla y recolectar muestras. Uno de ellos será el VIPER (Volatiles Investigating Polar Exploration Rover), que buscará agua helada en los cráteres sombríos del polo sur. Otro será el HERACLES (Human-Enhanced Robotic Architecture and Capability for Lunar Exploration and Science), que transportará muestras desde la superficie hasta la Gateway para su análisis.
Todos estos esfuerzos tienen como finalidad aprovechar las oportunidades que ofrece la Luna para el desarrollo científico, tecnológico y económico de la humanidad. La Luna es un laboratorio natural para estudiar el origen y la evolución del sistema solar, así como un observatorio privilegiado para mirar al espacio profundo. También es una fuente potencial de recursos como agua, oxígeno e hidrógeno, que podrían utilizarse para producir combustible y soporte vital para las misiones espaciales. Y es un escenario ideal para probar nuevas tecnologías y capacidades que nos permitan ir más lejos en nuestra exploración del cosmos.
Pero quizás lo más importante sea el valor simbólico y cultural de volver a la Luna. Se trata de un reto que requiere de la cooperación internacional, el intercambio de conocimientos y experiencias, y el respeto por las normas y principios que rigen las actividades espaciales. Se trata de un sueño compartido por millones de personas que ven en la Luna un símbolo de esperanza e inspiración. Se trata de un paso más en nuestra aventura como especie curiosa e inteligente que busca comprender su lugar en el universo.
Por todo ello, el programa Artemis es una oportunidad única para estimular la cooperación internacional en el desarrollo espacial, y que esa cooperación a la larga beneficiará a toda la humanidad.
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