“Necesitamos tener empatía. Cuando perdemos empatía, perdemos nuestra humanidad” - Goldie Hawn.
No tengo el gusto de conocer a Ximena, solo sé que es una piloto primera oficial de una aeronave Airbus en Interjet y que hizo un comentario no adecuado en redes sociales, lo que no gustó en las más altas esferas del gobierno y que fue calificado duramente durante una mañanera por parte del presidente de la República lo que, desde luego, fue suficiente para que Interjet la suspendiera de su trabajo y de paso, para que tribus rabiosas se fueran sobre ella para sacrificarla en las redes.
No justifico de ninguna manera el comentario de Ximena sobre la famosa bomba en el Zócalo, el cual nos parece a muchos una simple broma, algo que ella no pensó suficientemente pero que, desde luego, no es una amenaza seria.
Hay miles de comentarios y frases en redes que pueden ser aún más ofensivos y no se toman en cuenta. Entonces, ¿por qué este afán de sacrificar a esta joven profesionista?
¿Qué hay realmente atrás de esta lucha de muchos por acabar con su carrera?
Es de llamar la atención que algunos de los que en el pasado usaron casi las mismas palabras para comentar sobre otros presidentes, incluso en el mismo tono, ahora no se acuerdan y se rasgan las vestiduras satanizando a una joven.
Tenemos que dar al comentario de Ximena su verdadera dimensión: no debió escribirlo, de acuerdo, pero no es algo que debiera encender a tanta gente en su contra y sobre todo de la manera en que lo han hecho en redes.
Al momento de escribir estas líneas, Interjet la tiene suspendida de su trabajo y las autoridades han optado por hacerle exámenes físicos y psicológicos como si cualquiera de las dos cosas pudiera arrojar novedades que justifiquen su broma de mal gusto o quizá solo buscan un buen pretexto para sacrificarla y terminar con su carrera.
Ximena es un piloto calificado, con licencia expedida por la DGAC, con capacidades escritas en la propia licencia, después de pasar un largo entrenamiento en tierra, simulador y avión, después de haber demostrado a través de exámenes diferentes que está capacitada para volar un avión de pasajeros, como cualquier otro piloto comercial de México y del mundo.
Por otra parte, Ximena también debe contar con un certificado médico expedido por Medicina del Transporte, que la muestra apta físicamente y debió haber pasado también un examen psicotécnico que deje perfectamente clara su salud mental para trabajar como segundo al mando de un avión de transporte.
Por eso me parece que los exámenes físico y psicológicos que se han programado después de sus comentarios son solo un simple pretexto y están de más porque es tanto como aceptar que todos los filtros impuestos por las autoridades han fallado a la hora de haberla certificado como apta en su últimos exámenes.
Así las cosas, quizá se deberían revisar todos los procesos y a todos los miles de pilotos comerciales que trabajan en México y de paso a todos aquellos que no son mexicanos y que vuelan aviones repletos de pasajeros hacia y desde México, trabajando para aerolíneas extranjeras y sobre los cuales nuestras autoridades no tienen ningún control.
La carrera y el futuro de Ximena dependen de una sola voz, de una sola persona que hoy en México lo puede todo y que ha dicho públicamente que todos debemos perdonarnos y me refiero al presidente, quien con solo un gesto puede regresarle su trabajo.
¿Tendrá esa congruencia y esa sensibilidad el Presidente? Lo veremos pronto.
No quiero quedarme con las ganas de comentar que más allá de la broma que no debió publicar y de la cual ya se ha disculpado públicamente, es importante señalar que hasta hoy no se ha escuchado, de parte de la administración de Interjet o de sus compañeros pilotos, una sola palabra, ya no digamos en su defensa, sino de aliento o al menos a su favor y a nombre de lo que en otros días llamábamos solidaridad, empatía, espíritu de grupo y compañerismo.
Facebook comments