El pasado sábado 6 de marzo se suscitó un apagón de más de dos horas en el Centro de Control México (control aéreo) por una interrupción en la energía eléctrica del radar, que incrementó el riesgo de un accidente en la Zona Metropolitana del Valle de México, debido al estrés que vivieron tanto pilotos como controladores.
De acuerdo con testimonios del personal que estuvo involucrado en los hechos, tras la falla, se activó el sistema de corriente alterna; sin embargo, los equipos no respondieron y por orden de los supervisores los Controladores de Tránsito Aéreo (CTA) continuaron la vigilancia de las aeronaves través de los radios de comunicación, y apoyándose de Flightradar24, la aplicación móvil especializada en monitoreo de vuelos.
“Tu como piloto escuchas todo lo que está diciendo el controlador. Si se apagan las pantallas, el controlador se estresa, y lo primero que piensas es que dependes de él y no sabes exactamente lo que está pasando en tierra. Si te mandan a patrón de espera, tienes que calcular el combustible disponible, ubicar un aeropuerto alterno y esperar que haya lugar para aterrizar, todo eso causa sobre estrés quieras o no, te guste o no”, señaló el Dr. Octavio Amezcua, piloto y médico especializado en factores humanos.
El Centro de Control México controla las operaciones más próximas al aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), a la hora que sucedió la falla había entre 12 y 15 controladores coordinando al menos 10 vuelos próximos a aterrizar, es decir, 20 pilotos involucrados.
La función de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) es mantener las separaciones de los aviones seguras dentro de las aerovías, este espacio aéreo es controlado con apoyo del radar, cada radar tiene una cobertura de 200 millas náuticas divididas en sectores.
La zona del Centro de Control México, por su complejidad está dividida en 10 sectores, cada uno tiene un controlador y en promedio hay un supervisor por cada dos controladores. Cada sector tiene establecida una frecuencia de control por medio del radio de alta frecuencia, de tal modo que una aeronave conforme avanza, va cambiando la frecuencia para mantener el contacto con tránsito aéreo. Cuando ocurre una falla radar, puede incidir en uno o varios sectores de control.
Según los expertos, aquí es donde la situación se torna más complicada ya que los aviones no pueden aterrizar, pero tampoco pueden encimarse en el aire, en consecuencia, son controlados para que permanezcan en patrón de espera, una maniobra en donde el piloto tiene que hacer cambios tanto en el rumbo y en la velocidad.
“La falla del radar que se tuvo en el AICM implica que la separación entre dos aeronaves que van una atrás de otra debe ser mayor. Con radar puede ser hasta de 3 millas y sin radar debe ser de 7 a 9 millas, pero esto tiene que hacerse rápido y a ciegas, sumarle una falla en un momento dado implica una situación de mucho riesgo que puede derivar en una colisión de aeronaves”, declaró Jorge García Gallegos, piloto y ex director del Departamento de Análisis de Accidentes e Incidentes de aviación civil.
El factor humano es el causante de más del 85% de los incidentes y accidentes aéreos de todo tipo en el mundo. El estrés es un proceso que provoca alteraciones en el sistema nervioso, palidez de tejido orgánico y el incremento en la producción de glándulas sudoríparas que alteran los procesos cognitivos y neuroquímicos.
Los factores generadores de estrés excesivo son capaces de activar el sistema nervioso simpático al tope de sus capacidades, generando problemas emocionales, así como en funciones cognitivas y físico orgánicas.
La falla de energía eléctrica inició a las 16:50 horas y aunque en redes sociales Seneam informó que duró hasta las 17:15, fue hasta las 19:40 que se restablecieron por completo los equipos, después de la intervención de personal de ingeniería.
A petición de Seneam, el AICM permaneció media hora sin hacer ningún despegue ni aterrizaje, se registraron al menos 60 vuelos demorados afectando sobre todo a Aeroméxico, Volaris, Iberia, American Airlines y Thai Airways.
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