Ante los amparos que frenan la reconversión de la Base Aérea Militar de Santa Lucía en el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL), el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró tener un “Plan B”, el cual consiste en construir el centro, en el marco de la legalidad.
Durante su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador dijo que ciertos grupos de personas quedaron “muy inconformes” debido a que no pudieron conservar los privilegios y el negocio relacionado al desarrollo del centro en Texcoco, dando como resultado los amparos a los que se enfrentan, impulsados por iniciativas como #NoMásDerroches y que han prohibido tanto el inicio de las obras en Santa Lucía como la destrucción del antiguo Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
“Sí tenemos un Plan B para enfrentar el sabotaje legal que está padeciendo Santa Lucía: consiste básicamente en construirlo”, informó el titular desde Palacio Nacional.
El jefe del Ejecutivo Federal señaló que las empresas interesadas en el proyecto de Texcoco “inventaron” que Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no pueden operar simultáneamente, y que la Base Militar causaría un impacto ambiental.
Para López Obrador la reconversión de Santa Lucía no tendrá impacto ambiental, ya que tiene más de 50 años en funciones y que, de acuerdo a los estudios, no hay interferencia en el espacio aéreo entre este centro y el AICM. Asimismo, informó que hay estudios que avalan la reconfiguración del espacio aéreo.
Al respecto de estos estudios, miembros del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos (Sinacta) informaron a A21 que el avance en este ramo es del 0%. La empresa francesa Navblue es la encargada de realizar los estudios y, por su parte, Servicios a la Navegación del Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) los ejecutará, una vez que los reciba.
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En la opinión de López Obrador, los amparos son el resultado de “mala fe” por parte de sus “adversarios” y ellos tendrían que ofrecer disculpas por calumniar las obras.
Vinculado a ello, el Presidente acusó de saturar de manera deliberada el AICM y dejar de usar el aeropuerto de Toluca, con el fin de justificar una construcción en Texcoco. Entre 2005 y 2018, el flujo de pasajeros de la terminal capitalina ha incrementado considerablemente al pasar de 24 millones 115 mil pasajeros a 47 millones 700 mil.
Por último, López Obrador informó que hay un retraso menor en las obras, pero que se sigue trabajando en la parte de planeación y acceso, además del estudio de impacto ambiental, el cual podría presentarse en los próximos 15 días.
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