Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) propuso a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que le permita reducir la capacidad de almacenamiento de combustible en algunos de sus aeropuertos en el Golfo de México, ya que esta supera el rango de vuelos diarios que operan en las terminales, lo que encarece el servicio.
Jorge Nevarez, coordinador de las Unidades de Negocio de ASA, explicó durante el Foro “La Reforma Energética y los Combustibles de Aviación”, que existen terminales en las que hay desajustes entre la oferta del combustible, asociada al almacenamiento mínimo que establece la CRE, frente a una menor demanda debida a la contracción de la economía la caída de la actividad petrolera.
Este factor, que incide directamente en la tarifa según Nevarez, también es una de las barreras que han impedido a ASA dar el paso hacia la apertura del mercado para el almacenaje y suministro de turbosina, de acuerdo con el modelo planteado en la reforma energética.
“Algunas estaciones tienen sobredimensionada la infraestructura, porque la demanda del mercado se ha caído. Un caso específico son los aeropuertos que dan la ruta del petróleo, hablamos de Poza Rica, Ciudad del Carmen y Campeche”, apuntó Nevarez.
Explicó que en estas terminales ASA planificó la infraestructura para ofrecer el servicio a partir de la demanda de petróleo y las actividades de Petróleos Mexicanos. Sin embargo, desde hace tres años, el mercado petrolero nacional comenzó a contraerse debido al desplome de la plataforma petrolera y la caída del precio del petróleo.
“Si le cargamos toda la infraestructura a la tarifa, vamos a salir con tarifas muy elevadas, (...) ya lo pusimos a consideración de la CRE, que para cierto tipo de estaciones vamos a ajustar su operatividad”, indicó el director de Unidades de Negocio de ASA.
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Plan de ajuste
El plan que ASA propuso a la CRE para ajustar la relación entre oferta y demanda de combustible contempla el cierre de instalaciones de almacenaje en los aeropuertos que tengan un nivel de operaciones mínimo.
“Por decir un ejemplo, en estaciones que tengan tres tanques de almacenamiento, en los que sabemos que por demanda sólo requieren uno; cerramos la operación de dos, operamos con uno y ajustamos los costos. Esto baja los costos operacionales y baja la tarifa porque la demanda se va a mantener”, adelantó Nevarez.
Un segundo modelo para controlar los costos y mantener las tarifas por servicio tiene que ver con los aeropuertos que reciben un vuelo diario, en las que el problema radica en que se tiene un estación de combustible abierta que, si bien debe permanecer para cumplir con la obligación de prestar el servicio, se hace ineficiente.
“Lo que tenemos que hacer es convertir, con el concurso y autorización de la CRE, y cancelar el servicio de almacenamiento y dejarlo como suministro, de tal forma con un auto-tanque vamos a estar dando el servicio y la infraestructura de tanques la usaremos para otros servicios como un arrendamiento”, agregó.
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Terminales con baja demanda
Al menos seis de los 19 aeropuertos que ASA administra con exclusividad serán sometidos a una revisión sobre el uso de su infraestructura de almacenaje de combustible asociado a su subutilización.
Los aeropuertos de Matamoros, Poza Rica, Ciudad de Carmen, Campeche y Tamuín, este último ubicado en San Luis Potosí, que se encuentran en la franja costera del Golfo de México entrarán en esa revisión.
Nevarez adelantó sobre el proyecto planteado a la CRE, que en el caso del Aeropuerto Nacional de Tamuín, la opción será que se opere únicamente con servicio de suministro vía auto-tanque, mientras que en el resto el plan apunta a reducir la capacidad operacional de la infraestructura.
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