El nuevo Aeropuerto Berlín-Brandeburgo (BER) continúa generando polémica debido a su elevado costo, así como en la puesta en marcha de sus operaciones.
Concebido para ser inaugurado en 2011, con un presupuesto inicial de 2 mil millones de euros, en la actualidad rebasa los 5 mil 400 millones de euros, con una posible apertura a mediados de 2017.
La autorización para su construcción se dio en 2006, y estaba pensado para suplir a los tres aeródromos que durante décadas funcionaron en paralelo en la ciudad de Tegel, en el antiguo sector oeste, Tempelhof, en pleno casco urbano, y Schönefeld, en la mitad este.
Según la prensa local, entre las razones de las demoras se encontraron diversos problemas de seguridad, y hasta falta de infraestructura.
A pesar de todos esos retrasos que han mermado su seriedad, este fin de semana se realizó un simulacro de colisión, donde se simuló el choque de un Airbús A380 y un autobús del aeropuerto sobre una de las pistas, el cual se reportó como exitoso, cumpliendo a cabalidad su propósito.
Participaron más de mil personas entre equipos de salvamento y “heridos”, equipos de bomberos, de protección civil, personal sanitario y policías.
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