La expansión de los combustibles de aviación sostenibles (SAF) podría sufrir un revés significativo con el presidente electo Donald Trump, según expertos de la industria, quienes temen el retroceso de los créditos fiscales necesarios para poner en marcha el sector.
“Existen grandes riesgos potenciales sobre cuál será realmente la política de Trump y cómo esto realmente afecta la motivación de todos para luchar contra el cambio climático”, dijo a Reuters Marie Owens Thomsen, economista jefe de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Refirió que la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos (IRA) de 2022 contiene cientos de miles de millones de dólares en subsidios para energía limpia y se anuncia como la ley insignia del presidente saliente Joe Biden para combatir el cambio climático.
El sector de las aerolíneas europeas, que tendrá que cumplir con un nuevo mandato para el uso de SAF a partir de 2026, señaló repetidamente al IRA como un modelo útil para alentar la inversión en la construcción de nuevas plantas de producción de SAF.
El presidente electo Donald Trump, un escéptico del clima, ha prometido rescindirlo, algo que requeriría el apoyo del Congreso.
Si bien es probable que las instalaciones de producción de SAF existentes sigan produciendo el combustible, los expertos en asuntos gubernamentales de las aerolíneas indicaron que cualquier desmantelamiento del IRA podría poner en riesgo el futuro de nuevos proyectos.
En la actualidad, el SAF representa solo alrededor del 1% del uso mundial de combustible para aviones, y los expertos dicen que la tasa de producción del combustible verde debe crecer rápidamente para que el sector logre un objetivo de emisiones netas de carbono cero para 2050. La administración entrante de Trump podría tener el efecto opuesto.
“El mercado necesita certeza en términos de construir su reserva”, dijo Ronce Almond, jefe de asuntos intergubernamentales de American Airlines, durante la conferencia de la industria de las aerolíneas en Londres.
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