Comprender los efectos ayudará a disminuir riesgos
A mediados de enero del año pasado, la tormenta Izzy causó afectaciones en Estados Unidos, además de que durante 2022 se registraron 14 tormentas en esa región, generando estragos en el mercado de carga aérea.
Durante esas fechas, Izzy paralizó los sistemas aéreos de EU, que incluían transporte aéreo de carga y pasajeros, debido a que trajo fuertes nevadas y hielo desde las llanuras del norte a las regiones del sureste y también provocó tornados en el suroeste de Florida.
Esa ventisca dejó en tierra más de 1,200 vuelos estadounidenses, dejó a un cuarto de millón de residentes estadounidenses sin electricidad y provocó alrededor de 300 accidentes de tráfico a su paso.
Además, la amenaza de fuertes vientos sostenidos fue otro de los componentes de la tormenta Izzy que agravó el efecto climático negativo en aeropuertos de EU.
El pronóstico del tiempo anticipó tormentas eléctricas y fuertes vientos sostenidos, de una velocidad cercana o superior a 40 km/h, de acuerdo a un estudio realizado por Spire Global, empresa de análisis y datos del espacio aéreo.
La compañía reveló que, por sí solas, estas velocidades del viento no habrían sido poderosas como para afectar el tráfico aéreo de manera tan notable; sin embargo, cuando estas altas velocidades sostenidas del viento convergieron con fuertes precipitaciones, las fuerzas desencadenadas provocaron la cancelación y el retraso de miles de vuelos en los tres aeropuertos importantes de la región: Memphis, Atlanta y Charlotte.
Además de los vientos, el sistema de tormentas creó un periodo prolongado de condiciones de reglas de vuelo por instrumentos bajos (LIFR).
Para la tormenta Izzy, se predijo que la velocidad del viento sería lo suficientemente alta como para obstruir el funcionamiento de los aeropuertos, lo que dejaría varados a miles de viajeros y retrasaría o cancelaría más de 7,000 vuelos a nivel nacional.
Las tormentas no solo causan pérdidas en los ingresos del aeropuerto, también provocan daños a la infraestructura por valor de miles de dólares, y la reconstrucción puede llevar días, semanas o meses, además de afectar los horarios de vuelo y la seguridad, los huracanes también pueden causar cortes de energía, que agregan más caos al entorno.
Por ello, Spire Global sostiene que es importante comprender las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos en las operaciones de carga aérea, con el objetivo de empoderar a las compañías para que puedan tomar decisiones basadas en datos y desarrollar planes de contingencia y aliviar los riesgos.
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