United Airlines informó que durante el primer trimestre de 2024 registró una pérdida, antes de impuestos, de 164 millones de dólares (mdd), esto significó una mejora de 92 mdd en comparación con el mismo trimestre del año pasado.
De acuerdo a sus resultados financieros, la aerolínea indicó que el mal resultado se debió al impacto de la paralización de las aeronaves Boeing 737 MAX 9, por un aproximado de 200 mdd.
Agregó que la compañía generó 2,800 mdd en flujo de caja operativo y un flujo de caja libre de 1,500 mdd. La compañía sigue esperando ganancias diluidas ajustadas por acción para el año completo 2024 de 9 a 11 dólares.
United indicó que mostró un sólido desempeño financiero y operativo en el trimestre. El entorno de demanda se mantuvo fuerte con un aumento porcentual de dos dígitos en la demanda de negocios trimestre tras trimestre, en comparación con el período previo a la pandemia.
Además, pudo aprovechar varias oportunidades para ajustar la capacidad doméstica, lo que impulsó mejoras significativas en la rentabilidad del primer trimestre. Los mercados del Atlántico y Doméstico experimentaron grandes aumentos en los ingresos de pasajeros por milla disponible (PRASM) año tras año, con crecimientos del 11% y del 6% respectivamente.
“Quiero agradecer al equipo de United por trabajar tan duro este trimestre para ofrecer sólidos indicadores operativos a nuestros clientes y enfocar nuestra atención en la seguridad, mientras producimos excelentes resultados financieros para nuestros accionistas”, aseveró Scott Kirby, CEO de United Airlines.
Añadió que se ajustó el plan de flota para reflejar mejor la realidad de lo que los fabricantes pueden entregar.
“Utilizaremos esos aviones para capitalizar una oportunidad que sólo United tiene: crecer rentablemente nuestros centros de conexión en el medio continente y expandir nuestra red internacional altamente rentable desde nuestros centros costeros líderes en la industria”, agregó.
United ha realizado varios ajustes a su estrategia de flota a largo plazo basados en las necesidades futuras de la aerolínea y los plazos de producción y entrega de los fabricantes que se espera suavicen y moderen el cronograma de entrega de aviones de la compañía en los próximos años.
Indicó que convertirá una parte de los pedidos de aviones Boeing MAX 10 a Boeing MAX 9 desde 2025 hasta 2027; y añadió que mantendrá el derecho a convertir más Boeing MAX 10 en MAX 8 o MAX 9 según sea necesario.
Señaló que se mandaron cartas de intención con dos compañías de lessor para arrendar 35 nuevos Airbus A321neos con motores CFM previstos para 2026 y 2027.
Debido a retrasos en la fabricación y certificación de años anteriores, al final de 2023, los compromisos contractuales de aeronaves de la aerolínea para 2024 habían aumentado a 183 aviones de cuerpo estrecho.
Tras la paralización del 737 MAX 9 y los importantes problemas de capacidad de producción anunciados por la FAA en Boeing, la compañía ahora anticipa la entrega de 61 aviones de cuerpo estrecho y 5 de cuerpo ancho en 2024.
A corto plazo, la compañía espera que un pequeño número de aviones previamente programados para entrar en servicio en el segundo trimestre se retrase hasta el tercer trimestre, lo cual se espera que tenga un impacto mínimo en los planes de capacidad de la compañía.
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