Para que las aerolíneas tengan un índice más grande de éxito en sus operaciones es fundamental que tomen en cuenta las necesidades de los pasajeros y diseñen estrategias claras y coherentes a sus capacidades, en donde además se tome en cuenta un margen de error que ayude a amortiguar el efecto de sucesos poco favorecedores que lleguen a presentarse.
De acuerdo con la consultora Bain & Company, los viajeros están fuertemente interesados no solo en la seguridad, sino también en la experiencia de volar, es decir, diferentes situaciones a través del viaje, como aprovechar programas de lealtad, y millas para obtener mejores servicios y acceso a tarifas, o la posibilidad de reprogramar viajes dada la incertidumbre de la pandemia.
De esta manera, los operadores aéreos podrán ofrecer opciones más atractivas y eficientes para los viajeros, adaptándose a las situaciones cambiantes como la demanda y la competencia, señaló Alejandro Baró, profesor de la Escuela de Negocios en Gestión Aeronáutica y Aeroportuaria ITAérea.
De igual forma, destacó que es importante reconocer las limitantes de cada mercado, pues, al realizar una mala planeación de sus operaciones, una aerolínea podría entrar en una situación de crisis, como le ocurrió a Norwegian Air, operador europeo que, luego de sostener un modelo de negocio poco rentable, se vio obligado a dejar los vuelos de larga distancia, reducir su flota y personal para enfocarse en la construcción de una red de rutas de corta distancia en Europa.
Baró señaló que la industria aérea es una de las más resilientes durante la emergencia sanitaria, y pese a que en la actualidad atraviesa por una crisis derivada de la pandemia, ya se prevé una recuperación en los próximos años.
Impulsar el crecimiento europeo
El profesor explicó, que, en 2019, Europa contaba con 661 aeropuertos que tuvieron vuelos regulares entre los cuales podrían generarse 200 mil rutas, sin embargo, actualmente solo existen alrededor de 10 mil, pues solo algunos de estos aeropuertos pueden ofrecer rutas rentables o atractivas para los viajeros.
“De todos los aeropuertos que tienen la infraestructura necesaria para operar y que hayan tenido vuelos regulares en 2019, podrían llegar a extraerse 200 mil rutas combinadas entre los demás centros, pero solo hay operadas 10 mil, alrededor del 5%”, declaró Baró.
La razón de esto –explicó Baró– obedece principalmente a motivos económicos, pues, al existir poca demanda en algunos destinos, las rutas no serían rentables
Tan solo en 2019 la capacidad del mercado europeo aumentó un 3.7% respecto al año previo, mientras que el factor de ocupación subió 0.6 puntos porcentuales, ubicándose en un 85.6%, el más alto en comparación con otras regiones. De aprovechar la capacidad de los aeropuertos que son aptos, y una vez alcanzada la recuperación de los efectos de la emergencia sanitaria, se podrían rebasar estas cifras mediante la expansión de las redes de destinos, apuntó.
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