La exploración humana del sistema solar y sus planetas, particularmente la de nuestro vecino rojo, acaba de subir un escalón. Y es que el satélite rastreador de gases (TGO por sus siglas en inglés) de la misión ExoMars se ubica en el punto idóneo para encontrar las claves sobre la existencia y la posibilidad de vida en Marte.
En los próximos días, el orbitador de la misión -un esfuerzo conjunto de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial rusa Roscosmos- estará recopilando y enviando datos a la Tierra sobre la superficie de Marte. Ello mientras realiza el ajuste y calibrado de sus instrumentos de navegación y de medición con la mira puesta en un solo objetivo: encontrar metano, un gas poco frecuente en la atmósfera de Marte y cuya presencia puede indicar procesos geológicos o biológicos en activo. Es decir, condiciones propicias para la vida.
Estamos muy emocionados de por fin ver los instrumentos funcionar en el entorno para el que fueron diseñados y también de recibir los primeros datos que llegan desde Marte", declaró Håkan Svedhem, del Proyecto TGO de la ESA.
El satélite de ExoMars llegó a Marte el 19 de octubre como estaba previsto y, actualmente, ha entrado en una órbita muy elíptica que lo lleva de entre 230 y 310 km sobre la superficie a casi 98 mil km cada 4,2 días.
Luego de soltar a Schiaparelli, el módulo de análisis de descenso, al satélite le espera alrededor de un año de 'aerobraking', es decir, de frenado gradual y ajuste orbital utilizando la atmósfera marciana como “líquido de frenos”, y así colocarse en una órbita casi circular, a 400 km de la superficie del planeta, que le permita continuar con la siguiente etapa de mediciones programada para diciembre de 2017.
Buscando a Dory para encontrar a Nemo (o de cómo las misiones espaciales son cada vez más complejas)
Como es característico de estos programas, los vehículos de exploración interplanetaria van equipados con la mayor cantidad de equipo instrumental para cada etapa de su ciclo de vida.... y ExoMars no podía ser la excepción. De acuerdo a la web de ESA, el orbitador trae consigo 4 sistemas de medición, de los cuales uno ya está en funcionamiento y los otros 3 estarán a prueba en próximos días. Conozcámoslos uno a uno.
El espectrómetro de Nadir y Ocultación para el Descubrimiento en Marte (NOMAD) es un medidor de luz solar de tres longitudes de onda, dos infrarrojas y una ultravioleta, que es capaz de realizar la detección de componentes atmosféricos, incluyendo metano, con una alta sensibilidad y en diferentes ángulos de observación. Como un viajero que se orienta con el sol, el nómada de TGO medirá las variaciones solares para determinar los componentes de la atmósfera marciana.
NOMAD se complementa con un Paquete de Química Atmosférica (ACS) que aporta mediciones infrarrojas adicionales y que capta imágenes del Sol que contrasten los datos de ocultación del sensor solar. Con NOMAD y ACS se espera lograr la completa caracterización de la atmósfera marciana.
Para analizar la composición superficial de Marte, el orbitador cuenta con una cámara a color de alta resolución (CaSSIS) y un detector de neutrones (FREND). Con la primera, TGO tomará imágenes estéreo, es decir, de un mismo punto pero desde 2 ángulos perpendiculares, para mapear las fuentes y asentamientos de los componentes atmosféricos detectados por ACS y NOMAD.
Y por último está FREND, el fabuloso elemento de TGO que, mientras lees esto, ¡YA ESTÁ BUSCANDO AGUA EN LA SUPERFICIE MARCIANA!
¿Cómo funciona? Fácil: analizando del impacto de rayos cósmicos y la forma en que estos rebotan hacia el satélite. Y, dado que pequeñas cantidades de hidrógeno superficial ocasionan cambios medibles en la velocidad del flujo de neutrones afectado por los rayos cósmicos, esto sería indicativo de la presencia de hielo o agua. El sensor de FREND está diseñado para detectar variaciones en un rango de 1 a 2 metros de la superficie exterior del planeta.
Esto es lo que le espera al orbitador desde hoy y hasta que comience la siguiente etapa de ExoMars, programada para 2020 y que continuará el análisis biogeoquímico al tomar muestras directamente en la superficie de Marte y usando al TGO como su repetidora de señal.
En síntesis, aún queda mucho camino por recorrer. Pero cada órbita recorrida por el TGO allana el terreno para que nuestra especie pueda seguir dejando huella en otros mundos.
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments