En sus ocho años en la Fuerza Aérea Mexicana, la Teniente Piloto Aviador Brenda Camacho Morales ha tenido el privilegio de volar distintas aeronaves, pero ninguna como el F-5, modelo con el que participará en la parada aérea del Desfile Cívico Militar del 16 de septiembre.
Originaria del Estado de México, ya estuvo al mando de un Cessna 182, Grob G 120TP, Pilatus PC-7 y Beechcraft T-6 Texan II; sin embargo, ninguno de ellos se compara con el reto que implica controlar un F-5.
“Es una aeronave muy diferente, rápida, maniobrable, muy versátil. Me encanta porque me pone a prueba en muchos aspectos”, expresó en entrevista con A21.
Para que todo salga perfecto, Camacho Morales y tres compañeros del Escuadrón Aéreo 401 llevan mes y medio preparándose para la exhibición del próximo martes. En total, la agrupación aportará tres F-5, dos monoplazas y un biplaza, que se sumarán a los más de 30 modelos que la Fuerza Aérea sobrevolará en la Ciudad de México ese día.
Será la segunda ocasión que la Teniente participe en la parada aérea. El año pasado lo hizo al mando de un T-6 Texan II, experiencia que guarda entre sus recuerdos más preciados, sobre todo porque su familia la acompañó a la distancia y después compartió fotografías de su vuelo.
“Muchos conocidos, familiares y amigos sabían que estaba surcando el Zócalo. No me desentendí de mi deber, pero me emocioné, se me puso la piel chinita”, recordó. “Tomaron fotos y me dijeron: ‘mira, tú eras la que iba ahí’. Mi familia me recibió con mucho amor y con muchas ganas de abrazarme”, relató.
El apoyo familiar ha sido fundamental para Camacho Morales, quien desde que expresó su intención de unirse al Ejército recibió únicamente respaldo y comentarios positivos. Por ello, ahora busca replicar ese aliento para quienes quieran tomar los controles de un avión, en especial si se trata de mujeres.
“Me encanta ser el ejemplo de muchas mujeres, no solo militares, también de la aviación civil. Siempre trato de transmitir las ganas de alcanzar sus sueños y hacerles saber que no hay imposibles; aquí hay un claro ejemplo”, señaló.La otra cara de la aviación
Fuera de su deber, la Teniente disfruta hacer ejercicio, en particular senderismo, con sitios favoritos como los Dinamos, el Pico del Águila, el Nevado de Toluca y el Parque Nacional La Malinche. En su lista de pendientes están el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba.
En sus momentos de descanso prefiere armar rompecabezas y ver películas, siendo Coraline su favorita.
A futuro, desea ser recordada como alguien que siempre dio lo mejor en cada vuelo, disciplinada, dedicada y apasionada por volar, pero sobre todo como una persona que logró dejar un cambio positivo.
Por ahora, ese futuro lo ve lejano. Su atención está puesta en el 16 de septiembre, cuando volverá a surcar el Zócalo con la esperanza de ofrecer un gran espectáculo y regalarle a su familia nuevas fotografías para atesorar.