Spirit Airlines presentó una queja formal ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) por la reciente alianza entre JetBlue y United Airlines, llamada Blue Sky, pues considera que la asociación plantea preocupaciones en materia de competencia y de interés público, informó Reuters.
Entre los argumentos presentados se encuentran que esta coalición tiene paralelismos directos con la ya disuelta Northeast Alliance entre JetBlue y American Airlines, la cual nació en el 2020 y para el 2023 fue calificada de anticompetitiva por un tribunal federal y por ende terminada.
Spirit, que recientemente salió del Capítulo 11, también sostuvo en su queja que el acuerdo convertiría a JetBlue en un “vasallo de facto” de United, perdiendo su independencia en la fijación de precios y operando más como una subsidiaria, lo que reduciría la competencia en mercados clave.
La alianza también podría neutralizar los beneficios competitivos que ofrecen aerolíneas de bajo costo como Spirit, especialmente en aeropuertos congestionados como JFK en Nueva York y Boston, terminales a las que sería más complicado acceder para nuevos operadores y aerolíneas más pequeñas y por ello los operadores tradicionales consolidarían su posición dominante.
Otro punto de preocupación que presentó la aerolínea con base en Florida ante las autoridades fue que el acuerdo permitiría a los pasajeros reservar vuelos y acumular o redimir puntos en los programas de lealtad de ambas aerolíneas, lo que a su juicio obligaría a JetBlue a comprar millas de United y eso se podría traducir en un aumento de tarifas para los consumidores al transferirse esos costos.
Sobre el antecedente de Northeast Alliance y lo que considera similitudes con Sky Blue, Spirit mencionó la posible coordinación de cuentas corporativas y programas de fidelización en aeropuertos con capacidad limitada; sin embargo, esta última se basa en acuerdos interlínea en lugar de códigos compartidos y no incluye reparto de ingresos ni programación conjunta, elementos clave que llevaron a la caída de la primera.
Spirit solicitó al DOT una extensión del periodo de revisión y la apertura del proceso a la opinión pública, citando el respaldo previo de United a la transparencia durante el caso de Northeast Alliance.