
Hace más de diez años que la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) decidió proponer la introducción de la filosofía CDM en la gestión de la afluencia del tránsito aéreo (ATFM).
CDM: una filosofía genérica, aplicable a actividades que involucran a múltiples actores, que considera que las decisiones deben surgir del consenso y no de reglas unilaterales emitidas por una entidad reguladora.
Pero, ¿cómo se aplicaría un principio tan utópico al servicio ATFM ?
Según el Doc. OACI 9971 – Collaborative Air Traffic Flow Management, en espacios aéreos altamente congestionados, los stakeholders deben ENTENDER y ACEPTAR (con el espíritu CDM) que cualquier vuelo programado para despegar a una hora determinada, que dé como resultado que este vuelo se detenga en cualquier punto de su ruta prevista, debe retrasarse, tanto como sea necesario, para garantizar una operación ininterrumpida de puerta a puerta.
Beneficios: Eficiencia de combustible/previsibilidad (menor variación en el tiempo de vuelo) • Precio a pagar: puntualidad en el despegue
En resumen, la OACI propuso la conversión de ATFM en ATFCM (gestión del flujo y de capacidad)
¿Sería obligatorio? No, ¡obviamente no! Entonces, ¿cuándo?
Cuando los stakeholders, bajo el espíritu de CDM, se pongan de acuerdo que el desperdicio de combustible con aeronaves atrapadas en esperas en vuelo fácilmente predecibles ya no son aceptable para las aerolíneas.
Esa fue, de hecho, una decisión bastante difícil de tomar, ya que a los pasajeros se les había enseñado durante décadas que las aerolíneas y los aeropuertos eficientes eran aquellos cuyos vuelos salían a tiempo.
Pero no había forma de aceptar o rechazar la ATFM colaborativo, más allá de hacer una elección y Eurocontrol y la FAA tuvieron que hacer mucho esfuerzo para aceptar la priorización de la eficiencia en el consumo de combustible e implementar sus ATFM colaborativos - ATFCM, por parte de Eurocontrol y TBFM (Time Based Flow Management), por parte de la FAA.
En Europa y Estados Unidos se tomó la decisión (con espíritu CDM) de dar máxima prioridad a la eficiencia en el consumo de combustible, con vistas a asegurar la viabilidad comercial de sus operaciones.
Desde entonces Eurocontrol y la FAA propusieron una serie de conceptos operativos regionales para facilitar la integración de los stakeholders en sus servicios ATFM colaborativos.
Pero ¿qué pasa con las regiones que nunca han comprendido, debatido y adoptado (con espíritu CDM) el concepto ATFM colaborativo propuesto por la OACI?
¡Se quedaron atascados en el dilema “Eficiencia de combustible o puntualidad”!
“Depende” se ha convertido en una respuesta predeterminada, bajo la suposición ingenua de que tener a los pasajeros a bordo antes, sabiendo que se quedarán atrapados en el camino a su destino, anticipará su llegada.
Sin embargo, para aquellos que sueñan con ver la glamorosa y sublime filosofía CDM adoptada en la actividad de transporte aéreo, no hay elección.
O se comprometen a cerrar las puertas y despegar según lo programado o protegen la rentabilidad o las operaciones de las aerolíneas... ¡antes de que sea demasiado tarde!
¡Puedes correr pero no puedes esconderte!
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