Cualquier aerolínea comercial del mundo debe cumplir de inicio con dos preceptos principales: seguridad y eficiencia tanto operativa como administrativa.
Debe cubrir además otros conceptos importantes como confiabilidad, viabilidad financiera, puntualidad, flota apropiada y una red de rutas acorde, entre otros más.
A pesar de los constantes problemas que trae consigo una tremenda competencia y de una Agencia Federal de Aviación Mexicana que resulta ser un verdadero lastre, las aerolíneas nacionales cumplen con los estándares internacionales y se están desarrollando de manera sostenida… por ahora.
La única aerolínea comercial de nuestro país que por el sólo nombre debería infundir respeto es Mexicana de Aviación, la cual ha venido de tropiezo en tropiezo desde su planeación hasta hoy que ya se encuentra operando.
Todos sabemos que a meses de haber sido inaugurada (de manera precipitada, hay que decir) no ha logrado la flota pretendida de 10 aeronaves B 737.
Transporta muy pocos pasajeros en rutas que no fueron debidamente estudiadas, no tiene las tripulaciones completas y está utilizando pilotos y aviones de la Fuerza Aérea Mexicana y una renta “húmeda” de pilotos y aviones de la regional TAR.
Sabemos que pierden una buena cantidad de millones de pesos y que es subsidiada con dinero de los impuestos de todos los Mexicanos y que será hasta el año 2030 cuando podría alcanzar apenas su punto de equilibrio financiero.
Ya hemos comentado que toda la información relevante de lo que tiene que ver con Mexicana de Aviación militar ha sido reservado por el gobierno de la 4T por 5 años aludiendo a cuestiones de “seguridad nacional” por lo que la ciudadanía no tiene datos exactos sobre la aerolínea desde que era un proyecto.
Mexicana de Aviación, administrada ahora por militares firmó contratos con la empresa Texana AeroHoldings manejada por “especialistas” Mexicanos para que se pudiera encargar de contratar los aviones y las tripulaciones y demás personal necesario para iniciar operaciones.
Todavía no se tienen muy claros los detalles pero ahora Mexicana enfrenta una demanda en una Corte de Estados Unidos por 840 millones de dólares reducida misteriosamente en una semana a 9.9 millones de dólares debido a violaciones de contrato que acusa AeroHoldings y que revira SEDENA.
Este tipo de demandas pueden tardar años en resolverse y por ahora se complica hacerse de aviones y tripulaciones y, por sus variadas consecuencias, desde ya se está condenando a la aerolínea del gobierno Mexicano a no ser viable en el mediano o quizá en el corto plazo.
Ya habíamos comentado que lo que empieza mal termina mal y las prisas por echar a volar Mexicana y una administración Militar sin experiencia ni preparación en aviación comercial ya empiezan a traer consecuencias.
Todavía falta mucho por ver en este asunto y tristemente no podemos esperar nada bueno por la forma en se empiezan a dar las cosas.
Por ahora Mexicana no cumple con eficiencia operativa ni administrativa, ni confiabilidad, ni flota, ni rutas adecuadas entre otras cosas y sólo esperamos que nunca se afecte la seguridad de los pocos pasajeros que cada día abordan sus aviones.
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