
La reciente cancelación de 13 rutas —actuales y planificadas— de aerolíneas mexicanas hacia Estados Unidos por parte del Departamento de Transporte estadounidense (DOT) se interpreta como una sanción directa derivada de la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de trasladar, por decreto, operaciones aéreas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en su intento por convertirlo en un hub, decisión que diversos actores del sector consideran más política que técnica.
A través de un análisis elaborado por Pablo CasasLías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas (INIJA), comentó que esta decisión del DOT conlleva una afectación económica para el país, la conectividad, aportación al Producto Interno Bruto (PIB).
Explicó que por la insostenible reducción de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), así como, el rediseño del espacio aéreo de la zona metropolitana fue con el fin para justificar la base aérea militar con operaciones civiles, AIFA.
A lo anterior, añadió, habrá que sumar los casi tres años que, durante su Gobierno, la autoridad aeronáutica nacional (AFAC), estuvo degradada a Categoría 2 por la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA), y la cancelación del acuerdo conjunto entre Aeroméxico y Delta.
“El discurso oficial dice que hay pruebas de que existe competitividad, por lo que buscan al secretario de Estado americano para solucionar el problema. El caso es que el acuerdo de servicios aéreos entre ambos países fue violentado unilateralmente, con la justificación de que no me vengan con que la ley es la ley”, dijo.
CasasLías expresó que, si hay pruebas, las diferencias que se pudieran generar entre los países por la aplicación del acuerdo, se pueden llevar a un arbitraje.
La solución es liberar la carga aérea para que regresen las empresas que quieran al AICM, y el incremento de slots a 61 como operaba desde el 2014. No existen estudios técnicos que justifiquen lo contrario, dijo.
Precisó que la carga aérea en el AICM solo representaba 3% de sus operaciones totales y se realizaba en horarios “no saturados”.
Un daño colateral de la cancelación, expresó, será la “costosa” Aerolínea del Estado Mexicano, Mexicana, dado que con los aviones Embraer adquiridos, tenían previsto volar a destinos en Estados Unidos y ahora solo los usará hacia “Palenque”.
“Desgraciadamente, la Presidenta se empeña en sostener los proyectos de infraestructura fracasados y costosos. El AIFA, por haberse construido a capricho y no tener nicho de mercado, no le interesa como aeropuerto de origen-destino a ninguna aerolínea internacional, de no ser a una de la “hermana” República venezolana y otra cubana.
Indicó que el documento oficial de cancelación del DOT, se sustenta en dos órdenes Docket DOTOST-2025-0436 y Docket DOT-OST-2025-1920, en ambas, se dice que, inclusive, autoridades americanas se entrevistaron con Andrés Manuel López Obrador para tratar el tema, pero que jamás hubo respuesta.







