El Aeropuerto de Helsinki, en Finlandia, y el Aeropuerto Internacional Rajiv Gandhi, en India, obtuvieron el nivel 5 del Programa de Acreditación de Huella de Carbono en Aeropuertos (ACA), que representa el estándar más alto en gestión de carbono para aeropuertos.
Este reconocimiento indica que ambos han logrado reducir más del 90% de sus emisiones directas (Alcance 1 y 2) y asumen el compromiso de alcanzar cero emisiones netas en sus emisiones indirectas (Alcance 3) para el año 2050.
En el caso de Helsinki, operado por FINAVIA, se trata del quinto aeropuerto del grupo en alcanzar esta certificación, junto con los aeropuertos de Ivalo, Kittilä, Kuusamo y Rovaniemi.
Las operaciones se sustentan con energía eólica certificada, mientras que la terminal principal cuenta con una planta solar propia. La flota de tierra emplea diésel producido a partir de residuos, sin emisiones netas.
Además, Helsinki trabajó en conjunto con aerolíneas y servicios de navegación aérea para acortar rutas de rodaje y mejorar la gestión del espacio aéreo, con el fin de reducir el consumo de combustible.
El aeropuerto también participa en iniciativas de innovación en aviación limpia. En ese sentido, cofinancia el desarrollo y pruebas del primer avión eléctrico del país, como parte de su estrategia para reducir las emisiones más allá de su infraestructura directa.
Por su parte, el Aeropuerto Internacional Rajiv Gandhi, operado por GMR Hyderabad International Airport Ltd, es el tercer aeropuerto de India en alcanzar el nivel 5.
Funciona exclusivamente con energía renovable, obtenida de una planta solar de 10 MWp y reforzada con contratos de energía verde. Ha implementado una flota de vehículos eléctricos, estaciones de carga y nuevos sistemas de refrigeración con bajo potencial de calentamiento global.
También colabora con aerolíneas y operadores de tierra para reducir las emisiones en plataforma. Entre sus medidas están el rodaje con un solo motor, el uso de equipos eléctricos y la conexión de aeronaves a sistemas de aire acondicionado desde tierra.
Además, se ha puesto en marcha un túnel para equipos de apoyo en tierra (GSE), se avanza en la preparación para el uso de combustibles sostenibles, y se desarrollaron edificaciones energéticamente eficientes. Además, se mantiene un cinturón verde que captura unas 700 toneladas de CO2 al año.