
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) acortó las zonas cercanas al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan (DCA) en las cuales se pueden volar helicópteros; esto como medida para reforzar la seguridad en el área tras el choque entre una de estas aeronaves, perteneciente al ejército, y un avión comercial en enero pasado.
Ya en marzo, y a petición de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), la FAA restringió permanentemente las operaciones de helicópteros no esenciales alrededor de la terminal. También cerró una ruta y cuando un helicóptero deba volar cerca del aeropuerto por una emergencia se le mantendrá a una distancia considerable de los aviones.
“Las nuevas medidas de seguridad no modifican las restricciones permanentes, el cierre de rutas ni los procedimientos para misiones urgentes anunciados en marzo tras las recomendaciones preliminares de la NTSB. La FAA requiere que todas las aeronaves que operan alrededor del DCA transmitan su posición e identificación mediante ADS-B Out (Vigilancia Dependiente Automática por Radiodifusión-Emisión), con muy pocas excepciones”, explicó la dependencia.
La reducción anunciada esta semana abarca los límites de las zonas 3 y 4, cuya reducción hace que se alejen del aeropuerto, lo que “garantiza la separación segura necesaria entre helicópteros y otras aeronaves”.
También se estableció una nueva transición Broad Creek (ruta) para helicópteros que viajan al sur del aeropuerto, creando una mayor separación vertical con respecto a las aeronaves comerciales en aproximación final al aeropuerto.
El cambio de rutas fue discutido entre la FAA y el Departamento de Defensa, la Policía Metropolitana de Washington DC y operadores de helicópteros médicos. También estuvo involucrado el Congreso y la comunidad.
“Los pilotos deben asegurarse de utilizar información aeronáutica actualizada y precisa para garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo. Además, la FAA capacitó a todos los controladores de tráfico aéreo locales”, agregó.
“La agencia continúa evaluando datos de seguridad y áreas de riesgo en la zona de Baltimore-Washington, así como en otras ciudades con aeropuertos que manejan altos volúmenes de tráfico mixto”, afirmó.







