El Aeropuerto de Auckland inició una importante modernización de su plataforma doméstica como parte de un programa de infraestructura destinado a respaldar el crecimiento futuro de vuelos hacia destinos regionales en toda Nueva Zelanda.
Con una inversión de 147 millones de dólares neozelandeses (mdd), el proyecto contempla la reubicación de estacionamientos junto a la terminal doméstica para habilitar cuatro nuevas posiciones de estacionamiento dedicadas a servicios regionales, en línea con una estrategia más amplia para aumentar la capacidad de asientos y mejorar la conectividad nacional.
Se estima que, una vez finalizado en 2028, este desarrollo permitirá añadir cerca de 100,000 asientos adicionales al año para los viajeros hacia el “corazón” del país.
Carrie Hurihanganui, directora ejecutiva del Aeropuerto de Auckland, destacó la importancia del proyecto para garantizar una conectividad aérea eficiente y confiable a todas las regiones neozelandesas:
“Alrededor del 40% de los vuelos regionales del país inician o terminan en Auckland, por lo que esta inversión es una apuesta decidida por nuestras regiones y por la infraestructura que necesitan para prosperar a largo plazo”, añadió.
Según un análisis reciente, el aeropuerto contribuye con 6,800 mdd a la actividad turística interna, mientras que las llegadas internacionales generan otros 3,500 mdd para las economías regionales. Se espera que ese impacto siga creciendo.
Actualmente, unos 140 vuelos regionales despegan y aterrizan cada día en Auckland, conectando a 7,000 pasajeros con 15 destinos regionales. El Plan Maestro preliminar del aeropuerto proyecta un aumento del tráfico regional de 2.7 millones de pasajeros en el año fiscal 2028 a casi 4 millones en 2047.
El proyecto incluye además mejoras en la resiliencia ante lluvias e inundaciones, como el aumento en la capacidad de los sistemas pluviales y ajustes en los niveles del terreno, anticipándose a eventos climáticos futuros. También contempla el realineamiento de la calle de rodaje Bravo, paso crucial para los trabajos de mantenimiento en pista previstos hacia 2030.