El aeropuerto de Catania, Italia, alcanzó el nivel 3 del Programa de Acreditación de Carbono Aeroportuario, una iniciativa impulsada por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
Este avance implica que, además de controlar sus propias emisiones, el aeropuerto incorporó en su cartografía de huella de carbono las emisiones generadas por terceros, como aerolíneas, servicios de asistencia en tierra, concesionarios y otras entidades que operan en el recinto aeroportuario.
La empresa SAC, encargada de la gestión del aeropuerto, implementó diversas acciones orientadas a reducir el impacto ambiental. Entre ellas se encuentra la modernización del sistema de iluminación, mediante la sustitución de luminarias por tecnologías de bajo consumo energético, como LED y fluorescentes.
También se instalaron paneles fotovoltaicos en zonas de estacionamiento y áreas de espera de pasajeros, lo que permite generar parte de la energía consumida a partir de fuentes renovables.
En materia de residuos, se fortalecieron los procesos de separación y recolección de desechos no peligrosos. Además, se integraron criterios ambientales más estrictos en los contratos celebrados con contratistas, subcontratistas y proveedores, con el objetivo de alinear a todos los actores de la cadena operativa con las metas de sostenibilidad definidas por la terminal aérea.
“El núcleo de este progreso es un firme compromiso con la participación de las partes interesadas”, informó la administración del aeropuerto.
En este contexto, se elaboró un Plan de Participación de las Partes Interesadas que busca mantener un canal permanente de comunicación con autoridades públicas, aerolíneas, proveedores de servicios, comunidades locales y usuarios.
Según el documento, el propósito es atender sus expectativas y fomentar alianzas que favorezcan un entorno más sostenible para el aeropuerto y su zona de influencia.