La Autoridad Nacional de Aviación Civil de Portugal determinó que no llevará a cabo un estudio de viabilidad para la construcción de un nuevo aeropuerto para la ciudad de Lisboa, debido a que no hay un consenso por parte de los municipios que se verían afectados por la obra.
El nuevo aeropuerto de Lisboa estaba planeado que se localizaría a 42 kilómetros al este de la capital portuguesa. En el sitio actualmente hay una base militar, utilizada por las fuerzas armadas de este país.
El objetivo era que el nuevo aeropuerto, en colaboración con el actual, tuviera una capacidad máxima para recibir más de 50 millones de pasajeros por año en 2050 y tuviera un costo de entre 3.1 y 3.3 mil millones de euros.
Sin embargo, los municipios aledaños a la construcción se opusieron al nuevo aeropuerto, señalando que hay soluciones más amigables con el ecosistema, así como con los ciudadanos y el país.
“Con base en la ley que estipula que ‘en la ausencia de una opinión favorable de todos los consejos municipales de los municipios posiblemente afectados (...) hay una base legal para rechazar totalmente’, por lo que la ANAC está obligada a rechazar” el proyecto, señaló la autoridad de aviación civil de Portugal.
En enero de 2019, el gobierno de Portugal presentó un plan para expandir el actual aeropuerto de Lisboa y construir este segundo, en la base militar de Montijo.
De acuerdo con el Centro para la Aviación (CAPA), la búsqueda de los terrenos para un nuevo aeropuerto en Lisboa se remonta a 1969. En 2017, el ministro de Infraestructura del país, Pedro Santos señaló que un proyecto aeroportuario era crítico para el desarrollo económico de Portugal.
“Para un país periférico como Portugal, la inversión aeroportuaria es decisiva, es crítica para que nuestra gente viva mejor. No tenemos tiempo para continuar estudiando alternativas”, señaló.
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