Debido a problemas relacionados con el Control de Tránsito Aéreo (CTA) en Europa, los usuarios aéreos en ese continente han padecido 16 millones de minutos de retrasos en sus vuelos en lo que va del año, denunció la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Incluso, durante el verano, los retrasos han sido más del doble que los que experimentaron las aerolíneas europeas en la misma temporada de 2017, informó el organismo en un comunicado.
Es por eso que la IATA está urgiendo a los gobiernos y a los servicios de navegación aérea para que trabajen en iniciativas para la mejora del CTA. Todo ello enmarcado en la modernización del espacio aéreo europeo dentro del proyecto del Cielo Único Europeo (Single European Sky).
IATA’s 4 priorities for stronger #European #aviation:
1. Improve air traffic management performance 2. Maximize potential of current airport infrastructure 3. Reduce regulatory & cost burdens 4. Ensure borders open to people and trade. @Bulc_EU
Read more: https://t.co/w85TTqyK2Q pic.twitter.com/5VCeqzg8lG— IATA (@IATA) 4 de octubre de 2018
“Con la inversión correcta, y una buena planeación de los gobiernos y los proveedores de servicios de navegación aérea, podemos y debemos hacer que el próximo año sea mejor”, señaló Alexandre de Juniac, presidente de la Asociación.
En concreto, IATA pide que se implementen las siguientes estrategias:
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Reformar las anticuadas prácticas laborales
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Modernizar la infraestructura de los controladores aéreos
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Empoderar a Eurocontrol, Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea
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Fortalecer el rendimiento y el esquema de penalizaciones por incumplimiento
En lo que va del año, distintas aerolíneas han alzado su voz contra los numerosos retrasos y huelgas que han afectado las operaciones en Europa, principalmente con los controladores de Francia.
En mayo de 2018, la aerolínea low-cost Vueling señaló a A21 que los paros laborales ocurridos en el CTA de Marsella eran causantes de 500 cancelaciones de vuelos por parte de esta empresa aérea, y recordó que para las aerolíneas españolas es casi imposible no pasar por el espacio aéreo francés cuando se dirigen hacia el centro de Europa.
