"Torre de control, tenemos más de una milla de visibilidad y las condiciones meteorológicas sobre la pista son favorables". Esta frase de protocolo que dicen los pilotos a los controladores de tráfico aéreo pronto podría aplicarse en la aviación nacional, que se alista para el despegue.
El sector aéreo mexicano está a punto de pasar a una fase de transformación en la que los fabricantes están en sus marcas y listos para ganar las licitaciones del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), el cual será el detonante de este proceso necesario para mejorar la eficiencia de todos y cada uno de los servicios.
Específicamente en el rubro de la gestión del tráfico aéreo (ATM, por sus siglas en inglés), en los últimos años se ha rezagado por falta de presupuesto, motivo por el cual Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) no ha renovado muchos de los equipos. Así lo consideró Enrique Castillo, director de ATM de Indra para las Américas, en entrevista exclusiva con A21.
En la actualidad se están desarrollando nuevos modelos de servicio en el mundo: los proveedores ya no compran equipos sino los datos, que se comunican al usuario. “El tráfico aéreo es un sector conservador por las implicaciones de seguridad y confidencialidad, pero en México se puede desarrollar ese modelo”, sugirió el ejecutivo de Indra.
En fechas recientes Indra ha ganado licitaciones de sistemas de automatización en Omán y Arabia Saudita. En América Latina tiene más del 70 por ciento de los centros de control de tráfico aéreo. Y alrededor del mundo ha instalado más de 400 radares. No obstante, en nuestro país no tiene tanta presencia. Éste es el porqué:
Lo atribuyo a que en México hubo un plan de renovación muy fuerte hace 12 o 15 años, donde se tomaron decisiones en las que no entramos; y hasta ahora se han seguido las líneas de ese plan. A raíz del nuevo aeropuerto se va a decidir lo que pasará durante los próximos años, y ahí sí queremos estar presentes”, enfatizó Castillo.
Tres grandes licitaciones
Según los planes del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), habrá tres paquetes relacionados con la gestión del tráfico aéreo en los que la compañía participará:
- Paquete de radioayudas: sistemas de aterrizaje instrumental (ILS, por sus siglas en inglés). Como al inicio habrá tres pistas, se comprarán seis radioayudas: dos por pista, una para cada cabecera. Asimismo, se comprarán varios radiofaros, instrumentos de navegación con los que se orientan los aviones. Y dos sistemas de aterrizaje por satélite: la siguiente generación de ILS.
- Paquete de torre de control: sistema que incluye vigilancia en superficie con multilateración, radar de superficie e iluminación en pista como el follow the green: cuando un avión despega o aterriza ya no lleva un follow me (vehículo que va delante de él para guiarlo), lo guía una senda luminosa para que sepa dónde ir y dónde parar por las calles de rodaje. Así se aumenta la capacidad de un aeropuerto y el controlador aéreo tiene más herramientas para trabajar mejor; pocas torres en Latinoamérica lo tienen.
- Centro de control de tráfico aéreo: se construirá uno nuevo, que tendrá el Flight Information Region (FIR), volumen de espacio aéreo controlado desde un único sitio; excepto lo que se gestiona desde las torres de los aeropuertos.
Asimismo, el directivo añadió que los fabricantes no tienen relación directa con aerolíneas, pues su vínculo inmediato es con el cliente, quien provee los servicios de navegación. En México ese cliente es SENEAM, ente que tiene el monopolio sobre el tráfico aéreo, lo cual, sin embargo, no lo faculta para imponer tasas y condiciones a las aerolíneas.
Por su parte, los operadores quieren una gestión eficiente del espacio aéreo, a fin de ofrecer más vuelos, que sean eficientes en términos de tiempo, combustible, emisiones de CO2 y costos operativos. “La industria está preocupada en que la aviación civil tenga el menor impacto ambiental posible. Aunado a ello, quieren vender los boletos más baratos ganando el mismo dinero; y ése es el juego”, precisó Enrique Castillo.
Con los nuevos adelantos tecnológicos, proveedores como Indra aseguran que le ahorrarán dinero a las aerolíneas.
Por último, cabe mencionar que en América Latina la compañía española tiene sistemas de simulación de torre en Chile, Uruguay, Argentina, Perú, entre otros. Específicamente en Perú, instaló ocho radares, así como un centro de control de tráfico de última generación; esos desarrollos e instrumentos fueron claves para que el país sudamericano incrementara su capacidad aérea.
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