Atribuyen retrasos en AICM a ineficiencia por parte de autoridades

La forma en que se administran los vuelos en el AICM no cuentan con una regulación clara, ni tampoco existen sanciones que permitan disciplinar las operaciones, esto provoca retrasos y saturación", declaró Víctor Valdés, académico de la Universidad Anáhuac, durante su participación dentro de la Conference Getting it Right at Mexico City´s New Airport, que se llevó a cabo en la Ciudad de México.

El catedrático reveló que en enero de 2011, la tasa de operaciones "normales", es decir, sin retraso (cuando se realiza un aterrizaje o despegue en un rango de más/menos 15 minutos) fue de 85%, sin embargo, en junio de 2015 este porcentaje fue de 55%, es decir, casi 1 de cada 2 operaciones está retrasada.

“Todos hemos vivido retrasos en el aeropuerto, son aspectos que nos afectan día con día como pasajeros, se pierden horas hombre y estos retrasos causan costos”, recalcó Víctor Valdés.

El índice de puntualidad de las aerolíneas domésticas demuestra que en el primer mes de 2011 fue de 95%. En junio de este año, el registro de puntualidad bajó a 78%.

Dicho evento, reunió a expertos nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil y funcionarios públicos en torno a los temas de gobierno y regulación aeroportuaria y mostró el panorama en que se encuentra actualmente el AICM, en comparación con aeropuertos de todo el mundo.

Según el Doctor en Gestión Estratégica y Políticas de Desarrollo por la Universidad Anáhuac, la acumulación de operaciones ha sido uno de los principales problemas que actualmente aquejan la puntualidad, destacó que durante enero de 2011, se registraron 18 mil, mientras que en junio de este año se registraron 29 mil maniobras.

En 2013, se firmó un acuerdo entre el gobierno y la industria, en donde se estableció que la capacidad del AICM, es de 61 operaciones por hora, 58 comerciales y 3 gubernamentales. Sin embargo, las aerolíneas y el mismo gobierno sobrepasan esa tarifa, marcando, incluso, 75 operaciones comerciales por hora.

"La excesiva comercialización, más allá de las operaciones que están determinadas como capacidad aceptable del aeropuerto, pone en evidencia la falta de regulación en la forma en la que se administra esta terminal aérea, y la situación se agrava, ya que no hay un sistema que pueda disciplinar este comportamiento", agregó