
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) afirmó que el uso de tecnología de identificación digital biométrica para gestionar la separación de pasajeros internacionales y nacionales que salen desde los aeropuertos (actualmente divididos por barreras físicas) puede generar ahorros de costos, eficiencias operativas, mejoras en la experiencia del pasajero y beneficios de sostenibilidad.
Esto quedó expuesto mediante un estudio publicado por el organismo llamado Programa de Integración de Pasajeros Nacionales e Internacionales (DIPIP), el cual fue elaborado en conjunto con AtkinsRéalis, empresa de ingeniería y gestión de proyectos.
“La identificación digital impulsada por biometría puede lograr la segregación requerida sin crear flujos separados con instalaciones duplicadas, lo que resulta ineficiente y costoso. El estudio demuestra que segregar pasajeros mediante identificación digital mejorará la experiencia de viaje, reducirá costos para aerolíneas y aeropuertos, y mantendrá los requisitos de seguridad y control fronterizo”, señaló Nick Careen, vicepresidente senior de Operaciones, Seguridad y Protección de IATA.
De acuerdo al DIPIP, eliminar las barreras físicas entre los flujos nacionales e internacionales simplifica los trayectos y reduce los tiempos de procesamiento al grado que los tiempos mínimos de conexión podrían acortarse casi un 20%.
Compartir instalaciones reduce los costos de mantenimiento y hasta un 11% en costos de personal y permitir que los flujos de pasajeros usen los mismos espacios físicos permite a los aeropuertos atender a más viajeros sin ampliar sus terminales.
También se reduce el consumo de energía y las emisiones, y las instalaciones compartidas permiten a aeropuertos y aerolíneas gestionar mejor las fluctuaciones en el volumen de pasajeros y redistribuir recursos según la demanda.
“Un aeropuerto mediano que atiende a 10 millones de pasajeros al año podría ahorrar hasta 80 millones de dólares (mdd) en gasto de capital futuro, además de importantes ahorros operativos anuales, al eliminar instalaciones duplicadas y ganar flexibilidad operativa, reduciendo su huella de carbono anual en 18 mil toneladas, el equivalente a retirar 4 mil autos de circulación durante un año”, aseveró Careen.







