
La administración de Donald Trump está viendo la forma de pagarle a los controladores de tránsito aéreo mientras dura el cierre de Gobierno (shutdown), publicó el medio estadounidense Politico.
Desde el 1 de octubre, el país vive el cierre, durante el cual no se le puede pagar a los empleados federales, por lo que por lo menos unos 13 mil controladores han estado trabajando sin sueldo.
Si bien datos de Cirium reflejaron que esta situación no ha causado efectos trascendentes en las operaciones aéreas, una oleada de ausencias de empleados podría provocar problemas en el sistema.
De acuerdo a un asesor del Congreso familiarizado con las operaciones del Departamento de Transporte (DOT), el Gobierno necesitaría más de 500 millones de dólares (mdd) al mes para pagarle a los controladores.
“Por ahora no está claro de qué partida presupuestal podría obtenerse ese dinero. Aunque los controladores están trabajando sin sueldo, la ley les garantiza el pago retroactivo una vez que el Gobierno reanude operaciones”, explica la información de Politico.
Tanto la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) como la Casa Blanca no quisieron hacer comentarios sobre esta propuesta, mientras la Administración Federal de Aviación (FAA) tampoco confirmó si se estaban buscando fondos.
“Como ha dicho el secretario Duffy, ha habido un aumento en la escasez de personal en todo el sistema. Cuando eso ocurre, la agencia reduce el tráfico hacia ciertos aeropuertos para garantizar operaciones seguras”, señaló la FAA en un comunicado.
Durante el cierre de Gobierno de 2019, también con Trump en el poder, las ausencias de controladores en la costa Este, que rápidamente generan retrasos en todo el país, fueron consideradas un punto de quiebre.
La FAA ha estado evaluando internamente cómo pagar a los controladores, pero la operación es compleja, ya que requeriría reprogramar fondos de otras áreas, lo cual históricamente necesita aprobación del Congreso.
El Senado tiene previsto debatir esta semana un proyecto de ley que autorizaría explícitamente el pago a ciertos empleados federales esenciales mientras el gobierno siga cerrado.







