
La Ley “One Big Beautiful Bill Act” (OBBBA) representa una continuación —e incluso ampliación— del respaldo federal a los biocombustibles en Estados Unidos. No obstante, introduce cambios significativos que podrían alterar la dinámica actual del desarrollo y producción de combustible sostenible de aviación (SAF), al favorecer el abastecimiento nacional y ciertas prioridades agrícolas, señaló la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en un estudio.
Indicó que uno de los elementos más destacados es la prórroga de dos años, hasta 2029, del Crédito Fiscal 45Z para la Producción de Combustibles Limpios (Clean Fuel Production Credit), lo cual es visto positivamente en términos de apoyo fiscal.
Sin embargo, la legislación limita estrictamente las materias primas (feedstocks) a aquellas originadas únicamente en Estados Unidos, Canadá o México, restringiendo así el uso de insumos internacionales como el aceite de cocina usado, un componente clave en la producción de SAF y diésel renovable (RD).
Además, el crédito específico para SAF se reduce de 1.75 a 1.00 dólares por galón, lo que disminuye su competitividad frente al RD. La ley también elimina el cambio indirecto en el uso del suelo (Indirect Land Use Change, ILUC) de los cálculos de emisiones en el ciclo de vida, permitiendo que materias primas previamente excluidas accedan a incentivos fiscales.
Esta modificación representa una desviación de los estándares internacionales de sostenibilidad adoptados en los Criterios de Combustibles Elegibles del Esquema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Afectaciones al hidrógeno limpio y e-combustibles
Otro cambio relevante es la eliminación anticipada del Crédito Fiscal 45V para la Producción de Hidrógeno Limpio, que ahora expirará para proyectos que no hayan iniciado operaciones antes de finales de 2027, cinco años antes de lo estipulado originalmente por la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act).
Esta decisión acorta el horizonte de inversión para infraestructura relacionada con hidrógeno verde, especialmente impactando el desarrollo de combustibles Power-to-Liquid (PtL), un pilar emergente en la descarbonización de la aviación.
Dado el alto grado de complejidad técnica y financiera que implica este tipo de proyectos, esta eliminación anticipada podría frenar su desarrollo y reducir el liderazgo de Estados Unidos en el escalamiento de tecnologías de e-combustibles.
Impulso a la captura de carbono
En contraste, las tecnologías de captura de carbono se benefician de una mejora en el Crédito Fiscal 45Q. La captura en fuentes puntuales para utilización o recuperación mejorada de petróleo (Enhanced Oil Recovery, EOR) pasará de recibir 60 a 85 dólares por tonelada.
Este incremento podrá apoyar la producción de SAF vía PtL, aunque solo será aplicable a instalaciones nuevas que entren en operación después del 4 de julio de 2025.







