
En Ayapel, Córdoba, se realizó una prueba piloto de transporte aéreo con hidroaviones, lo que marcó el retorno de esta modalidad a Colombia tras varias décadas. El acuatizaje de una aeronave de la empresa SEARCA en la Ciénaga de Ayapel reunió a la comunidad local, que presenció la maniobra como parte de un plan que busca promover el turismo, ampliar la conectividad de municipios apartados y habilitar servicios estratégicos, entre ellos las ambulancias aéreas.
La historia de los hidroaviones en el país inició en 1920 con la Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos (SCADTA), que operó sus primeras rutas desde Barranquilla hacia el interior utilizando el río Magdalena. Posteriormente, las operaciones se expandieron a otros corredores fluviales, incluido el río Amazonas.
La prueba en Ayapel representa el primer ensayo formal desde la década de 1950 y se perfila como un modelo que podría replicarse en otras regiones con limitaciones de infraestructura aeroportuaria.
La Aeronáutica Civil expresó que este tipo de proyectos fortalecen la conectividad y aportan al turismo sostenible.
Explicó que los hidroaviones consumen menos combustible y generan menor impacto ambiental que otras alternativas fluviales, lo que los convierte en una opción viable para territorios de difícil acceso.
La entidad añadió que varias empresas del sector han mostrado interés en impulsar operaciones similares y adelantó que se contemplan nuevas pruebas piloto en distintas zonas del país en los próximos meses.







