
La Administración Federal de Aviación (FAA) busca aplicar a Boeing multas que ascenderían hasta 3.1 millones de dólares (mdd) por fallas de seguridad que fueron registradas entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, informó AP.
Este lapso incluye el desprendimiento en enero del año pasado de una puerta tapón de un avión de Alaska Airlines a los pocos minutos de despegar de Portland. Ni los pasajeros ni la tripulación resultaron heridos.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) dijo en junio que en su investigación, que duró 17 meses, encontró que las deficiencias en la fabricación y supervisión de seguridad de Boeing, combinadas con inspecciones y auditorías ineficaces por parte de la FAA, llevaron al desprendimiento.
La FAA comentó el viernes pasado haber identificado cientos de violaciones del sistema de calidad en la fábrica del B-737 en Renton, Washington, y en la fábrica del entonces subcontratista Spirit AeroSystems del 737 en Wichita, Kansas.
El regulador también identificó que un empleado presionó a un miembro de la unidad ODA (Autorización de Designación de Organización) de Boeing, que tiene la tarea de realizar ciertas inspecciones y certificaciones en nombre de la FAA, para aprobar un avión 737 MAX “para que Boeing pudiera cumplir con su cronograma de entrega, a pesar de que el miembro de la ODA determinó que la aeronave no cumplía con los estándares aplicables”.
La empresa afirmó que revisará la sanción que se le impone y que también implementó un plan de seguridad y calidad el año pasado, bajo la supervisión de la FAA, que tiene como objetivo mejorar la gestión de seguridad y la garantía de calidad en la producción de sus aviones.
Boeing también carga con los accidentes fatales en 2018 y 2019 que involucraron la versión MAX de su 737. Sobre este caso, el Departamento de Justicia de Estados Unidos llegó a un acuerdo en mayo que permitió a la empresa evitar el enjuiciamiento penal por supuestamente engañar a los reguladores sobre el avión antes de los incidentes.







