Las decisiones que ha tomado el Gobierno de México en cuanto a la aviación no están construyendo una industria más sólida, la está desmantelando sistemáticamente desde dentro, así lo consideró el portal Air Insight en un artículo publicado esta semana.
De acuerdo al texto, acciones estatales como el desarrollo forzado del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la inauguración de una terminal rival para Cancún en Tulum, el relanzamiento de Mexicana y estrangular de manera artificial al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) han marcado un camino hacia “una decadencia inducida”.
En el caso de la carga, el medio especializado sostiene que en los primeros cinco meses del año el volumen total en México cayó 6.3% y el segmento internacional se desplomó 7.6%, caídas influenciadas por la decisión de mandar la carga dedicada del AICM al AIFA.
El AIFA también ha sido una decisión poco rentable para el Gobierno nacional, pues si bien reportó ganancias de 414 millones de pesos (mdp) en el primer trimestre de 2025, recibió un subsidio federal de 704 mdp en el mismo periodo.
“Para poblar este aeropuerto, el gobierno emprendió una campaña contra el AICM, decretando reducciones drásticas en operaciones por hora, de 61 a 44. Esta construcción artificial de la oferta en el aeropuerto preferido del mercado fue el detonante directo de la respuesta punitiva de Estados Unidos”, sostuvo el artículo.
Las acciones tomadas por EU, propiamente el Departamento de Transporte (DOT), fue obligar a las aerolíneas mexicanas a informar de sus operaciones hacia y desde ese país para recibir la aprobación y al mismo tiempo amenazó con quitar la inmunidad antimonopolio a la alianza entre Aeroméxico y Delta.
Otro caso de canibalización que provocaron las autoridades fue la apertura del Aeropuerto Internacional de Tulum en 2023, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Si bien tras la apertura, la terminal recibió una buena demanda de aerolíneas como American, Copa o United, al tiempo muchas de estas cancelaron rutas o las acortaron al no ver una buena respuesta de los viajeros. El aeropuerto no generó nueva demanda, solo le quitó a Cancún, el cual en octubre de 2024 reportó un desplome de tráfico del 14.9%.
Sobre Mexicana, Air Insight afirma que a 18 meses de su regreso es una “entidad comercialmente irrelevante y distorsionada del mercado”, pues tiene menos del 1% del mercado doméstico y en la primera mitad del año solo movió a 180 mil pasajeros.
“Sus tasas de ocupación de asientos rondan entre 30% y 48%, un nivel catastrófico en una industria que requiere en promedio 85% para ser viable”, expuso el medio, que agregó que la operadora es mantenida por subsidios estatales opacos.
Al no buscar una utilidad, Mexicana crea una presión artificial sobre los precios y degrada la “salud financiera de los verdaderos pilares de la industria”, siendo un proyecto “costoso e improductivo”.
Desde su regreso, el Gobierno mencionó que la aerolínea no buscaría el lucro y ofrecería precios entre 18 y 20% más baratos que la competencia. Este año ha recibido nuevos aviones (espera 20 en total) y con ellos busca tener para el 2028 una participación de mercado del 4.5%.
“La persecución de proyectos políticos dispares, en ausencia de una visión estratégica, ha distorsionado el mercado, destruido valor y empujado a todo el sector a un estado de riesgo elevado. A pesar de sus fortalezas fundamentales, la aviación mexicana está en una posición precaria, debilitada no por las fuerzas del mercado, sino por las mismas políticas que pretendían impulsarla”, finaliza el artículo.