Los volúmenes de carga aérea hacia Estados Unidos cayeron un 25% entre 2024 y 2025 y el mercado directo con China se desplomó un 60% desde que entraron en vigor los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump, reveló un reporte de la firma independiente de banca Cassel Salpeter & Co.
Desde inicios de abril, Trump impuso aranceles generalizados a todos los países del mundo y a lo largo de los meses siguientes ha aumentado estas tarifas a ciertas naciones.
Estas medidas golpearon al sector de la carga aérea y en particular el de Estados Unidos, el cual estaba a punto de superar por primera vez el billón de dólares en ingresos.
Adicionalmente, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) redujo su previsión de crecimiento de la demanda de carga aérea para 2025 del 5.8% a casi cero.
“La industria estaba lista para consolidar el récord alcanzado en 2024, con sólidas perspectivas para 2025 y más allá, tras años de reconstrucción y crecimiento posterior al Covid. Sería desafortunado y contraproducente desestabilizar a este importante sector y a su complejo ecosistema, y tenemos la esperanza de que se logren nuevos acuerdos comerciales internacionales con exenciones de sentido común y aranceles reducidos”, señaló Cassel Salpeter & Co.
“Mientras las incertidumbres en torno a los aranceles no se resuelvan, seguirá siendo difícil pronosticar el futuro de la industria y de las cadenas de suministro. Somos cautelosamente optimistas de que el sector podrá adaptarse con nuevas rutas y estrategias para capear la tormenta, logrando un aterrizaje suave después de la turbulencia arancelaria”, se añadió.
El informe agregó que el fin de las exenciones arancelarias establecidas en el Acuerdo sobre el Comercio de Aeronaves Civiles de 1980 ha encendido las alarmas, pues el aumento de los costos de producción para los fabricantes de aeronaves y de adquisición para las aerolíneas podría tener un efecto bola de nieve, frenando la expansión de flotas y las conversiones a cargueros.
La eliminación de la exención para minimis de hasta 800 dólares, importaciones de bajo valor, redujo drásticamente el volumen de pequeños paquetes enviados directamente desde China a consumidores estadounidenses.
A medida de respuesta, las aerolíneas de carga están reasignando aviones de las rutas China-Estados Unidos hacia rutas europeas y regionales y se exploran modelos híbridos que combinan transporte aéreo con almacenes preabastecidos más cerca de los clientes finales, así como alianzas con países donde reducciones arancelarias negociadas puedan abrir nuevos corredores.
Entre lo positivo está que la baja en los precios del combustible podría ayudar a absorber los mayores costos de importación.