La administración del presidente Donald Trump anunció que descontinuará el programa “Quiet Skies” por considerarlo una herramienta de persecución política.
Esta iniciativa, que se remonta al 2010 y es manejada por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), daba la facultad a las autoridades de ordenar controles adicionales de seguridad en vuelos dentro de Estados Unidos a ciertas personas con base en datos de inteligencia.
CNN publicó que “Quiet Skies” fue criticado recientemente por los republicanos luego de que se supiera que Tulsi Gabbard fue agregada a la lista antes de que se le designara como directora de Inteligencia Nacional.
“Está claro que el programa ‘Quiet Skies’ fue utilizado como un directorio político por la Administración Biden, un arma contra sus oponentes políticos y un beneficio para sus amigos acomodados”, dijo Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, en el comunicado donde se anunciaba el fin del mismo.
“Estoy solicitando una investigación del Congreso para descubrir más casos de corrupción a costa del pueblo estadounidense y del debilitamiento de la seguridad nacional”, añadió.
Gabbard fue retirada de la lista poco después de que se supiera que estaba en ella y se rumora que se le agregó por críticas hacia Kamala Harris, candidata presidencial en 2024.
El que ella u otro ciudadano estadounidense estuviera en la lista no implicaba que era sospechosa o estaba acusada de algún delito.
El algoritmo de “Quiet Skies” analiza patrones de viaje, conexiones extranjeras y otros datos en bases gubernamentales y si se activa conlleva a revisiones adicionales por parte de agentes federales en los aeropuertos, aunque no está asociado a la lista de vigilancia antiterrorista del FBI.
El programa era solo una parte del sistema de seguridad aeroportuaria y otras listas de revisión continúan existiendo dentro del Departamento de Seguridad Nacional.