El pasado 21 de mayo, líderes del sector aéreo, legisladores y representantes empresariales se reunieron en Bruselas, Bélgica, en el foro Nuevas puertas, nuevas alturas: Impulsar la competitividad de la UE a través de la aviación, evento organizado en el marco de la Presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea.
La jornada, coorganizada por Centralny Port Komunikacyjny (CPK), LOT Polish Airlines y Business & Science Poland, hizo un llamado a reconocer a la aviación como un sector estratégico para la economía europea, advirtiendo que sin una intervención decidida, el continente corre el riesgo de perder competitividad frente a otras regiones.
La aviación continúa siendo un pilar esencial de la economía europea: en 2023 generó 15 millones de empleos y aportó 1.2 billones de euros en actividad económica, equivalente al 4.6% del PIB de los países europeos.
Según datos del Consejo Internacional de Aeropuertos para Europa (ACI Europa), un incremento del 10% en la conectividad aérea directa se traduce en un aumento del 0.5% del PIB per cápita y un 1.6% en el empleo.
En Polonia, la industria aérea emplea directamente a 54,800 personas y contribuye con 3,600 millones de dólares (mdd) a la economía nacional, mientras que el ecosistema aeronáutico en su conjunto genera 288,400 empleos y aporta 15,300 mdd al PIB.
Un componente central en la estrategia de Polonia para fortalecer la competitividad aérea europea es el desarrollo del Centralny Port Komunikacyjny (CPK), un centro de transporte multimodal de última generación, preparado para operar con emisiones netas cero, que integrará redes aéreas, ferroviarias y carreteras.
“El Aeropuerto Chopin está llegando a su capacidad máxima, y por eso necesitamos CPK. Será accesible por todos los modos de transporte, incluida la alta velocidad ferroviaria. Polonia aún tiene un gran potencial de crecimiento y crece al doble del ritmo de muchos países europeos”, afirmó Filip Czernicki, PhD, director general de CPK.
No obstante, mientras se celebran estas ambiciosas metas de infraestructura, los líderes del sector advierten que la aviación europea enfrenta presiones crecientes de competitividad.
LOT Polish Airlines, que recientemente publicó sus estrategias empresariales y de descarbonización para 2030, señaló el incremento de costos provocado por regulaciones ambientales. Según el Informe Draghi, el proceso de descarbonización costará al sector unos 61 mil millones de euros (mde) anuales entre 2031 y 2050, con exigencias de uso de combustible sostenible de aviación (SAF) que alcanzarán el 70% hacia mediados de siglo.
Actualmente, el SAF cuesta entre tres y cuatro veces más que el combustible convencional, y Polonia no cuenta aún con instalaciones locales de producción, lo que representa una carga financiera adicional para aerolíneas como LOT.
En 2025, se estima que los costos relacionados con SAF para LOT alcanzarán los 40 mde, y aumentarán a 100 mde para 2030. Estas condiciones debilitan la competitividad global de las aerolíneas europeas frente a operadores en regiones con normas ambientales menos estrictas.
“Estoy aquí en representación del sector empresarial europeo. Creemos en nuestra inteligencia y en nuestras tecnologías avanzadas. Por eso podemos tener un éxito enorme. Pero necesitamos igualdad de condiciones, las mismas oportunidades que nuestros competidores internacionales. Una aerolínea fuerte genera importantes beneficios externos: conectividad, exportación de servicios y creación de empleo”, declaró Michał Fijoł, director general de LOT Polish Airlines.
CPK y LOT instaron a la Comisión Europea a incorporar la competitividad aérea en sus marcos de política, incluyendo el sector en el Acuerdo Industrial Limpio (Clean Industrial Deal) y en el Plan de Inversiones en Transporte Sostenible. Asimismo, propusieron que el presupuesto de la UE bajo el próximo Marco Financiero Plurianual apoye decididamente las inversiones en infraestructura multimodal y sostenible.
Ambas entidades recomendaron además un apoyo financiero específico para la producción de SAF, la exención de propuestas fiscales sobre combustibles, la eliminación de requisitos de monitoreo de emisiones no relacionadas con CO2, y la creación de un sistema de certificación virtual para comercio de SAF. También abogaron por establecer un mecanismo de igualación de cargas que nivele el campo de juego frente a aerolíneas no comunitarias, y una aplicación estricta de las normas sobre competencia justa.