En mayo de 2020, policías de Brindisi, una ciudad al sur de Italia, descubrieron a dos hombres tirando desechos químicos en una alcantarilla ubicada cerca de una fábrica pequeña de componentes de aviones, esto destapó una investigación judicial para saber el camino de piezas defectuosas que terminaron en 500 aviones 787 de Boeing que a la fecha están en servicio.
Un reportaje publicado por Reuters señala que la investigación se enfoca en saber cómo el fabricante de piezas aeroespaciales Manufacturing Process Specification defraudó a sus clientes al utilizar metales más baratos y débiles para fabricar accesorios de suelo y otras partes de aviones, acusaciones que negaron los ejecutivos de la empresa.
Boeing ha dicho en repetidas ocasiones que no existe un riesgo inmediato para la seguridad, mientras reguladores estadounidenses preparan una guía técnica para que las aerolíneas detecten y reemplacen cualquier pieza defectuosa.
El caso plantea cómo no se pudieron detectar este tipo de partes antes de ser instaladas.La policía Italia, con ayuda de denuncias, descubrió que Manufacturing Process Specification y su empresa predecesora compraron cantidades muy pequeñas de los metales prescritos para los aviones 787, incluida “una aleación resistente de titanio, optando en su lugar por titanio puro, más barato y menos resistente”.
Los fiscales alegan que por cuatro años piezas fabricadas con el tipo incorrecto de metal ingresaron a la cadena de suministro aeroespacial mediante Leonardo, fabricante encargado de secciones del fuselaje del Boeing 787.
A pesar de la baja calidad en los metales usados, Manufacturing Process Specification superó auditorías por tres organismos privados entre 2017 y 2021, agregó Reuters, aunque ninguna de estas auditorías incluyó una inspección física de los accesorios de suelo, que son componentes estructurales de un avión.
Las noticias del supuesto cambio de metal del subcontratista italiano de Boeing salieron a la luz en octubre de 2021, pero los detalles del proceso de auditoría así como la cantidad de accesorios de suelo defectuosos instalados no se habían reportado.
Para su investigación, Reuters consultó documentos confidenciales de la policía y los fiscales italianos, decretos judiciales de incautación, copias de registros de una base de datos de proveedores aeroespaciales y habló con cuatro personas con conocimiento directo de la investigación.
Otros expertos le comentaron a la agencia de noticias que hay dudas sobre si los controles, incluidas las auditorías de terceros, son lo suficientemente sólidos para garantizar que las piezas de calidad inferior no terminen en aviones comerciales.
Tanto Leonardo como Boeing aseguraron a Reuters que en las investigaciones tienen un trato de víctimas.
