El Sindicato Nacional de Pilotos de Línea (SNPL), mayoritario en Francia, lanzó una convocatoria de huelga para el próximo jueves 14 al que se espera que se sume todo el sector para protestar contra los planes del Gobierno de aumentar un impuesto en los boletos de vuelos con salida o llegada al país.
El gremio justificó la pertinencia de esa jornada de movilización para intentar frenar la enmienda del Gobierno a los presupuestos de 2025, que se están tramitando en el Parlamento, para incrementar el impuesto.
De adoptarse esa enmienda se triplicaría la Tasa de Solidaridad sobre los Billetes de Aviones (TSBA), conocido como “impuesto Chirac” por el nombre de este antiguo presidente francés que en 2005 durante su mandato la creó para financiar Unitaid, un organismo internacional que compra medicamentos para países pobres.
Jacques Chirac lanzó entonces esta iniciativa junto a los dirigentes de Reino Unido, Noruega, Brasil y Chile, y aunque una treintena de países se comprometieron a ponerla en marcha, en realidad al final lo han hecho menos de la mitad.
En Francia a partir de 2020 a la TSBA se le añadió una eco-contribución cuyo dinero se destina no a Unitaid sino a la financiación de infraestructuras de transporte.
Ahora el Ejecutivo del primer ministro, el conservador Michel Barnier, pretende incrementarla a partir de 2025 para obtener 1,000 millones de euros (mde) adicionales en una situación muy delicada para las cuentas públicas francesas.
El impuesto que se aplica a los boletos de vuelos con salida o llegada en Francia depende de la clase en la que se vuele y de la distancia.
De acuerdo con los planes del Ejecutivo, en clase económica pasaría de 2.63 actualmente a 9.5 euros en los vuelos interiores o en trayectos dentro del Espacio Económico Europeo, de 7.51 a 15 euros en otros vuelos de menos de 5,500 kilómetros y de 7.51 a 40 euros para los de más de 5,500 kilómetros.
Para el SNPL esa medida sería “catastrófica para el sector aéreo francés” y augura que la consecuencia será a largo plazo “decenas de miles de supresiones de empleos en Francia”.
El sindicato denuncia que “este desastre social irá de la mano del debilitamiento” de las compañías francesas y de las que operan regularmente en Francia, que perderán competitividad respecto a otras aerolíneas europeas o internacionales “con un riesgo real de disminución del atractivo económico y turístico” de Francia.
Con su paro, el objetivo es reclamar “la retirada o la supresión” de la demanda del Gobierno.
