La aviación comercial en Argentina podría desempeñar un papel destacado en las próximas rondas de reformas económicas y financieras, independientemente de que el presidente Javier Milei pueda cumplir su programa, coincidieron analistas del sector.
Dado a su estatus actual y a un bajo desempeño financiero, la aerolínea nacional del país, Aerolíneas Argentinas, fue señalada como una de las primeras corporaciones estatales que deben reestructurarse, de acuerdo con información de Aerotime.
Sin embargo, el estatus de una de las aerolíneas más grandes y conocidas del continente puede ser un indicador de la salud general de la industria aérea argentina, que, en los últimos años, ha visto su suerte ligada al ciclo político.
En el desarrollo de una industria local de viajes aéreos, Argentina se ha quedado rezagada respecto de otros países de la región como Brasil, Chile y Colombia, señaló el medio de comunicación.
Añadió que en relación con el tamaño del país y su nivel de ingresos, los argentinos viajan menos por aire que sus vecinos.
En el análisis se atribuyó a un marco político y regulatorio rígido que tradicionalmente ha obstaculizado el surgimiento de una industria local de aerolíneas de bajo costo.
En la opinión de los expertos, Argentina sufriría un cambio profundo en su sector aéreo, y este sería el segundo en menos de 10 años, pues en 2016, durante mando del presidente Mauricio Macri, se liberalizó el sector de viajes aéreos, lo que en medida fue clave para la eliminación de los controles de precios, que impedían a las aerolíneas implementar técnicas de gestión de ingresos que les permitieran igualar mejor los precios y la demanda.
Después de que se implementaron estas medidas liberalizadoras en 2016, la industria aérea argentina experimentó una repentina afluencia de inversiones.
En aquel momento, el atractivo del mercado argentino era tal que atrajo a inversores de lugares tan lejanos como Noruega, y Norwegian Air Shuttle dio un paso audaz desde el otro lado del Atlántico al crear Norwegian Argentina.
Sin embargo, este entusiasmo resultó ser de corta duración. Tanto Avianca como Norwegian, que enfrentaban dificultades en sus mercados locales, cerraron rápidamente sus sucursales argentinas y esta última vendió su negocio a JetSmart.
El potencial teórico de Argentina como mercado de viajes aéreos aún está lejos de ser plenamente aprovechado por las restantes aerolíneas del país.
La privatización
Por su parte, el presidente Milei privatizó Aerolíneas Argentinas una de sus medidas emblemáticas. Los planes que se han hecho públicos hasta ahora implica entregar la propiedad a sus trabajadores y detener el flujo de fondos públicos, todo ello sumado a la implementación de una política de cielos abiertos.
Estos planes han sido cuestionados por los sindicatos del país, advirtiendo que la aerolínea podría verse obligada a cerrar si se implementan.
Durante 2023, Aerolíneas Argentinas transportó 14 millones de pasajeros y registró una ganancia de 32 millones de dólares, sin embargo, esa suma palidece en comparación con las inyectadas por el Estado en años anteriores. En 2022, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas recibió cerca de 330 millones de dólares de apoyo estatal.
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