Buena parte de las aerolíneas comerciales utilizan aviones Boeing o Airbus, sobre todo porque los anteriores fabricantes se retiraron y quedaron en pie estos dos gigantes aeroespaciales.
Pero, ¿por qué no hay competidores de Boeing y Airbus en cuanto a fabricación de aviones comerciales?
En el caso del fabricante COMAC, de China, su mayor cuota de mercado es nacional, con el C919; Rusia, con muchas sanciones, también espera producir 1,000 aviones para 2030, pero esto es poco en comparación con los más de 7,000 aviones en la cartera de pedidos de Airbus a fines de 2022, o de Boeing con poco más de 4,500 unidades.
A Embraer le va bien en el segmento de aviones regionales, que ocupa el 13% del mercado mundial de aviones, además de sus turbopropulsores, que ocupan el 9%; sin embargo, los jets de fuselaje estrecho y ancho representan el 60% y el 19% de la flota mundial, en ese mismo orden, y aquí Boeing y Airbus son quienes dominan este sector, de acuerdo con información de Simpleflying.
Los factores que intervienen en la barrera de entrada al mercado de fabricación de aeronaves, y que estas dos compañías han desarrollado durante décadas, pueden ser los siguientes.
Por un lado, la pericia, ya que todos estos diseños de aviones y sus variantes se han creado desde cero, o durante años de investigación y desarrollo; así, el A320 se anunció por primera vez en 1981 y solo despegó en su vuelo inaugural en 1987; la variante 777X del popular avión de fuselaje ancho de Boeing, se lanzó en 2013, pero no voló hasta 2020, y aún no ha entrado en servicio.
Además, Airbus y Boeing invierten mucho en I+D y desarrollo continuo, pero incluso con arcas sustanciales de las que sacar provecho, las cosas no siempre salen según lo planeado.
Otro factor considerable son los fondos, debido a que se necesitan varios años o décadas para crear un avión, los nuevos fabricantes necesitarán gran cantidad de inversión antes de que puedan comenzar a contemplar la posibilidad de vender el avión a los operadores; por ello, los grandes actores de la industria, Airbus y Boeing, tienen un historial comprobado de entrega de aviones en los que confían las aerolíneas.
También se debe considerar el cabildeo del gobierno, sobre todo porque, cuando una empresa emplea a miles de personas en ubicaciones específicas de un país, puede presionar al gobierno para que tome medidas contra los nuevos competidores, ya que las empresas también tendrían que encontrar una manera de poder vender los aviones que están construyendo.
Otro sector importante es la fabricación, además de necesitar dinero y experiencia para diseñar el avión, también necesitará una instalación de producción de miles de millones de dólares y personal que sepa cómo construirlos, a diferencia de otras empresas, la aeronáutica no puede fabricar sus aviones en otro lugar, ya que es una industria muy específica, con esto vienen problemas con el establecimiento de cadenas de suministro, donde Boeing y Airbus han establecido asociaciones duraderas.
Además de lo anterior, debe haber aprobación regulatoria, ya que la aviación es el modo de transporte más seguro disponible en la actualidad, y la certificación de nuevas aeronaves es un proceso riguroso, algo que las startups no poseen.
Con todo lo anterior, sin duda, Airbus y Boeing tienen mucha ventaja, cuentan con diversas instalaciones de producción, pueden generar grandes cantidades de aeronaves, lo que reduce su costo de producción por unidad, esto les permite mantener precios competitivos y aumentar la participación de mercado a lo largo del tiempo, manteniéndose como los dos mayores fabricantes de aviones comerciales durante la última década.
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