El 8 de enero de 1910, Alberto Braniff Ricard, miembro de la aristocracia mexicana y propietario de los llanos de Balbuena (en donde años después se construyera el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), realizó el primer vuelo de un aparato más pesado que el aire en México y en toda América Latina.
El primer acercamiento de Braniff con la aviación sucedió en Francia, cuando pasaba el verano en una residencia de su familia en la campiña. Ahí conoció a Maurice Tabuteau, pionero de la aviación francesa, que se encontraba volando en las cercanías de su residencia.
Braniff quedó maravillado por el vuelo de Tabuteau, y éste le recomendó ir a las instalaciones de la empresa Appareils de Áviation Les Frères Voisin, la primera fábrica de aviones en serie en el mundo, en donde pagó por lecciones de vuelo y adquirió un aeroplano Voisin serie 13, por poco más de 25 mil pesos. Durante los primeros días de septiembre de 1909 tomó las lecciones, en los campos Issy-less-Moulineaux, cerca de París.
El aparato medía 10.5 metros y pesaba 550 kilogramos; estaba formado por el fuselaje, montado sobre el tren de aterrizaje, y el motor, un ENV de 25 caballos de fuerza, con el cual hacía girar una hélice de acero a 12 mil revoluciones por minuto.
El pionero mexicano transportó su aeronave por barco, llegando al puerto de Veracruz el 9 de diciembre de 1909; una vez en tierra, el traslado siguió por ferrocarril, parando en la estación de San Lázaro a principios de 1909. Desde ahí, Braniff lo llevó a los Llanos de Balbuena, en donde construyó un hangar y preparó el terreno para su primer despegue.
Alberto contrató a diferentes personas con las cuales formaría un equipo que le ayudaría a levantar el vuelo, entre ellos el mecánico Alfonse Ploquín, quien ensambló el avión y preparó el motor, sin embargo, éste no alcanzaba la potencia necesaria para volar debido a la altura de la Ciudad de México. Para solucionar esto, Ploquín, en conjunto con la compañía petrolera El Águila, prepararon diversas mezclas de combustible y lograr la potencia necesaria.
El 26 de diciembre de 1909 fue la fecha que Braniff puso para hacer su primer vuelo, pero aún no contaban con la mezcla correcta de combustible.
Días más tarde, y después de algunas pruebas, comenzaron a notar un aumento en la potencia del motor, y fue el sábado 8 de enero de 1910 cuando Alberto Braniff logró su hazaña.
Alberto estaba al mando de la aeronave y el equipo de técnicos hacían los preparativos. Posteriormente, los mecánicos sujetaron el avión mientras esperaban que el avión alcanzara las revoluciones necesarias. Una vez llegado el momento, el piloto levantó la mano, indicando que lo soltaran, y desapareció tras una nube de polvo para levantar el vuelo.
El Voisin se elevó y avanzó en línea recta por poco más de medio kilómetro y se alzó 15 metros sobre el terreno. Al poco tiempo, giró y regresó al punto de partida.
Ese día no solo Alberto Braniff pasó a la historia como el primero en realizar un vuelo en América Latina, sino que también impuso un récord mundial de altitud, pues, la Ciudad de México se encuentra a una elevación de dos mil 240 metros sobre el nivel del mar. El récord anterior fue establecido en Chalons, Francia, situada a 453 metros sobre el nivel del mar.
Con información de Hugo Gutiérrez
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