Airbus y Rolls Royce se encuentran investigando dos casos en los que aviones A350 tuvieron un apagado no controlado de motores en vuelo después de que los pilotos derramaran bebidas en los controles centrales de la cabina de mando.
Airbus sostendrá conversaciones con operadores del avión el próximo 30 de enero y emitirá un anuncio con prácticas recomendadas para el manejo de bebidas en cabina.
El primer incidente ocurrió el 9 de noviembre de 2019, cuando se derramó té en los controles ubicados entre los asientos para pilotos en A350-900 de una aerolínea no revelada, ocasionando el apagado del motor derecho del avión una hora más tarde.
El avión se desvió y aterrizó sin problemas. Momentos más tarde, ya en tierra, los motores pudieron ser reiniciados sin problemas.
El segundo sucedió el pasado 21 de enero en un A350-900 perteneciente a Delta Air Lines, mientras viajaba a Seúl, Corea del Sur. Una bebida fuer derramada en los controles centrales, y momentos después, el motor derecho se apagó, por lo que la aeronave tuvo que ser desviada a Fairbanks, Alaska, en donde aterrizó de manera segura.
Al analizar las cajas negras, se descubrió que en ambos casos se cerró una válvula de alta presión localizada en los motores.
Airbus informó que pese a que ambos incidentes se vinculan con el derrame de líquidos en los controles, aún se encuentra investigando las causas fundamentales que llevaron al apagado de los motores.
Un incidente similar ocurrió en febrero pasado a bordo de un A330-200 de la extinta Thomas Cook Airlines, cuando un vuelo tuvo que ser desviado y aterrizado a salvo después de que se derramó café en la cabina, ocasionando problemas con las comunicaciones por radio.
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